Desde la década de 1970, niños y adultos de Latinoamérica se han dejado contagiar por la carismática obra de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, quien con cada uno de sus personajes tocó la puerta de los hogares colombianos, país que convirtió, sin duda alguna, en uno de sus preferidos, pues en cada visita que realizó miles de personas lo recibieron siempre con los brazos abiertos.
Una de las memorables apariciones del fallecido artista fue en la caminata por la solidaridad en 1982, cuando con su esposa Florinda Meza recorrieron en automóvil las calles de Bogotá.
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Con el pasar de los años, Chespirito no olvidó su visita a nuestro país, que describía como un lugar hermoso y en su memoria siempre guardó los recuerdos de cada rincón que el país tricolor marcó en su alma.
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Finalmente, siete años antes de su muerte, hizo el que sería su último arribo a Colombia, a propósito del lanzamiento de su libro ‘Se me chispoteó’, que efectuó en la Feria Internacional del Libro de Bogotá del año 2007.
Lo cierto es que Chespirito fue el ídolo y héroe de más de un colombiano. Y aunque controversial por sus encuentros con los hermanos Orejuela y Pablo Escobar, Roberto Gómez Bolaños, al igual que El Chapulín Colorado, tenía un gran corazón.
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