Ferney Morales, presidente de la vereda El Diamante y Rigo Álape, miembro de la junta de acción comunal de la vereda Esmeralda, estaban la tarde del sábado en una reunión de carácter comunitario, la cual fue interrumpida por hombres armados que los sacaron de lugar. Minutos después los habitantes escucharon varios disparos y fueron asesinados.
Las dos víctimas de esta racha de violencia eran defensores de derechos humanos y fundadores del movimiento Marcha Patriótica, en el departamento, y pertenecían a la Asociación Campesina Astracam a filiales a Fensuagro.
“Persistimos en garantías eficaces y efectivas de vida e integridad para nuestros compañeros y compañeras en territorios rurales y urbanos”, reaccionó en un comunicado la Red de Derechos Humanos de la región al rechazar estos nuevos crímenes contra líderes sociales.
Los asesinatos de los dos campesinos ocurren tras la muerte de otras cinco personas, entre esas, dos mujeres en los municipios de Puerto Caicedo y Villagarzón.
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Todo esto sucede mientras en el Putumayo está funcionando de manera permanente el denominado “Plan de mando unificado” (PMUV) por la vida, estrategia del Gobierno Nacional que no ha funcionado, debido a la guerra que mantienen las disidencias Carolina Ramírez y comandos de Frontera por el negocio de la coca en el bajo Putumayo .
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