El mandatario ecuatoriano perdió el control en un momento y amenazó a las víctimas que pedían ayuda tras perder sus bienes o familiares.
Amenazándolos con ser detenidos, les exigió que nadie llorara o se quejara.
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“Aquí nadie me pierde la calma, nadie grita o lo mando detenido, sea viejo, joven, hombre o mujer. Nadie me empieza a llorar o a quejárseme por cuestiones que falten, a no ser por seres queridos que hayan perdido”, dijo Correa.
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Esta actuación le causó centenares de críticas en las redes sociales, luego de su visita a Bahía de Caráquez, San Vicente, Jama y Pedernales, donde recibió constantes peticiones de los damnificados. (Lea también: Ya son los 602 los muertos por el terremoto que sacudió a Ecuador ).
Esto se suma al anuncio de que adoptará "medidas excepcionales" en busca de fondos para atender la emergencia suscitada por el terremoto de magnitud 7,8, con aumentos impositivos y contribuciones.
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Dijo que se establecerá una contribución de 2 puntos adicionales en el impuesto al valor añadido (IVA) durante un año y otra, por una sola vez, del 3 % sobre utilidades, así como una más, del 0,9 % "sobre personas naturales con patrimonio mayor a un millón de dólares".