Con 26 votos por el “sí”, la comisión primera de la Cámara de Representantes aprobó en penúltimo debate la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP).
La reforma busca modificar los artículos 356 y 357 de la Constitución para incrementar el porcentaje de ingresos de la nación que se destina a los entes territoriales a través del SGP.
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Aunque, en primer lugar, se propuso elevar este porcentaje al 46,5 % de los ingresos corrientes de la nación, finalmente el Congreso acordó reducir la cifra al 39,5 %.
“La plata del Sistema General de Participaciones también irá para financiar 3 años de educación preescolar y podrá contribuir al acceso y permanencia de educación superior, esto último es muy importante porque priorizamos y cubrimos a la primera infancia que ha sido una población que ha estado desatendida. Habrán recursos para evitar la deserción escolar que para 2023 alcanzó más de 400.000 estudiantes a nivel nacional”, dijo el representante Duvalier Sánchez.
En pocas palabras, lo que hay que saber para entender lo que busca este proyecto es que hoy en día, el SGP transfiere alrededor del 24 % de los ingresos de la nación a los territorios, por lo que este ajuste permitiría que las entidades locales manejen mayores recursos para servicios como salud, educación básica, agua potable, entre otros.
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“Las brechas en educación, agua potable e infraestructura en municipios no se solucionan con esta reforma al SGP. Sí, es necesaria, pero asignarle nuevas funciones sin corregir las desigualdades previas y la desfinanciación histórica, solo hará más grandes las injusticias”, dijo la representante Jennifer Pedraza.
Sin embargo, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) alertó sobre los riesgos de sostenibilidad que implica esta iniciativa.
Según un informe del Carf , el crecimiento proyectado del SGP en proporción a los Ingresos Corrientes de la Nación, que se espera alcance el 39,5 % en 2038, podría llevar al país a un escenario de inflexibilidad fiscal y una posible senda de deuda insostenible.
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Lo que sigue ahora es su último debate en la plenaria de la Cámara de Representantes para convertirse en una realidad.