Jaramillo fue detenido la semana pasada por los delitos de cohecho e interés ilícito en la celebración de contratos. Según la Fiscalía, Jaramillo autorizó un soborno de más de 3.000 millones de pesos a tres exconcejales y al exdirector de la Unidad de Mantenimiento Vial, en los tiempos de la alcaldía de Samuel Moreno Rojas, para obtener un jugoso contrato de reparcheo de las calles bogotanas por un valor de 43 mil millones de pesos en el año 2010.
Varios testigos aseguraron que desde hace años, Andrés Jaramillo ha intentado silenciarlos a través de ofertas económicas. Eso, además de que la Fiscalía estableció que pretendía salir del país con su familia.
BLU Radio conoció las intimidades de una explosiva declaración que entregó a la justicia uno de esos testigos. Se trata del exdirector jurídico del IDU Inocencio Meléndez, el hombre que prendió su ventilador hace años al revelar cómo operó el carrusel, cómo se amañaron contratos o se amarraron licitaciones, las coimas que le pidieron los hermanos Samuel e Iván Moreno y las actuaciones de la exdirectora de esa entidad Liliana Pardo y el exconcejal José Juan Rodríguez.
Según su declaración, sí hubo plata para repartir sobornos y asegurar contratos, también para silenciar testigos.
Inocencio Meléndez declaró el pasado 25 de enero que sí ha sido objeto de presiones y ofertas para no incriminar al empresario.
En su diligencia contó que hace algunos años, mientras estaba detenido, lo visitó dos veces un emisario de Liliana Pardo, hoy prófuga de la justicia, para pedirle que les ayudara a ella, al concejal José Juan Rodríguez y al propio Andrés Jaramillo.
El testigo dijo, por ejemplo, que el objetivo de ese emisario era que Inocencio Meléndez cambiara sus denuncias sobre las irregularidades en la cesión de los contratos de los Nule a Conalvías para el desarrollo de la fase tres de TransMilenio. Eso y la adición al contrato que las autoridades calculan en sobrecostos de casi 180 mil millones de pesos.
Según la declaración, este emisario, que también era el ‘razonero’ entre el grupo Nule y Liliana Pardo en el IDU, a cambio de su silencio le prometieron mandarle expedientes para que él los estudiara desde los calabozos del DAS donde se hallaba detenido y que por su asesoría le pagarían un dinero.
Meléndez dijo que el exconcejal Rodríguez lo amenazó con destruirlo y que Miguel Nule, ya condenado a 14 años por este caso, alguna vez le confesó que le daba miedo declarar en contra del empresario Andrés Jaramillo porque era un hombre muy poderoso, con mucho dinero y contactos políticos.
El nombre de Jaramillo fue asociado al carrusel hace más de cuatro años y, sin embargo, solo hasta la semana pasada fue imputado en uno de los tres casos que la justicia adelanta en su contra. Tiene otros dos procesos pendientes y vienen imputaciones: uno por la cesión del contrato de la calle 26 en Bogotá y el otro por giros de varios miles de millones a una fundación del exconcejal Rodríguez.
Fuentes de la Fiscalía revelaron que si Jaramillo habla se formaría un pequeño Odebrecht: dicen que tiene toda la información de las coimas pagadas en Colombia por todos los ‘cacaos’ de la ingeniería.
Al margen de eso, este explosivo testimonio que hoy revelamos fue una de las piezas claves de la justicia para pedir la captura de uno de los llamados zares de la infraestructura en Colombia, Andrés Jaramillo, quien también en está en la mira del FBI de los Estados Unidos por cuenta de negocios y presunto pagos de sobornos a miembros del carrusel de la contratación en Bogotá.
Actualizado: febrero 06, 2017 02:16 p. m.