Fidencio Valencia, abuelo de los cuatro hermanitos desaparecidos en la selva del Guaviare , pidió un apoyo “de corazón” para encontrar a los menores de edad, quienes ya llevan 19 días, presuntamente, deambulando tras el accidente dela avioneta donde viajaban junto con su mamá y otras dos personas ; esos cuerpos sin vida ya fueron encontraron y llevados a San José del Guaviare.
En diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales, Valencia comentó que solo quiere que encuentren a los niños vivos y que no importa quien lo logre, ya sean los indígenas de la región que participan en las labores de búsqueda o las Fuerzas Militares inmersos en denominada Operación Esperanza.
Algo “misterioso” está pasando, advirtió el abuelo
Valencia recalcó la valentía de su nieta Lesly, quien tiene 13 años y, según dijo, estaría llevando a sus hermanos a través de la selva; sin embargo, comentó que “algo raro” y “misterioso” estaría pasando y los estaría guiando a gran velocidad. A la pregunta sobre quién o qué los ayudaría en estos momentos, respondió que es “algo de esa región”.
“Esa zona tiene misterio, es un misterio. Los niños ya no son guiados por la niña, tiene que haber alguien guiando, pero no es ni indígena, nadie, es algo de esa región. Por eso estoy pidiendo que allá los indígenas de esa región, en la parte tradicional, si conocen de un espíritu, si conocen el idioma, nos ayuden”, aseveró en Blu Radio el abuelo de Lesly Jacobombaire Mucutuy , Soleiny Jacobombaire Mucutuy, 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años; y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, el bebé de 11 meses.
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En ese sentido, sobre las últimas huellas de pie humano que se han encontrado en algunos riachuelos de la zona explorada, insistió en que los niños “no pueden caminar muy rápido” porque no conocen esa selva y, agregó, es muy raro que vayan dejando cosas, como ropa, el tetero que sería bebé, tijeras y otros objetos.
La valentía de Lesly, la mayor de los hermanos
“Ella quiere mucho a los hermanitos, es muy cariñosa. Tal vez ellos salieron del avión a hacer lo que más pudieran, con hambre, con sed, ¿qué más podían hacer?”, contó sobre la valentía de su nieta de 13 años, quien, según añadió, estaría guiando, con ayuda "de algo", a los niños para poder salir de la espesa selva.
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Las pistas y rastros que se han hallado
Un tetero de bebé
Un cambuche donde habría dormido los cuatro niños
Huellas de pie humano en un riachuelo
Lugar del accidente de la avioneta
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