Tras esta investigación, desde la Alcaldía aseguran que, para la fecha de liquidación del Fondo de Vigilancia y Seguridad, el 31 de diciembre de 2018, no “existían en el inventario chalecos antibalas ni se identificó gestión alguna por parte del liquidador con relación a los bienes”, dice el documento.
Además, advierten que no encontraron ningún soporte sobre el reintegro o destinación final de los chalecos blindados.
En dicho comunicado, se hace una relación sobre los dos contratos que el Fondo de Vigilancia firmó con el fabricante de chalecos blindados Miguel Caballero. El primero en 2012 con la adquisición de 1390 chalecos y el segundo en 2015 cuando se compraron 696 chalecos antibalas.
Finalmente, la Secretaría de Seguridad de Bogotá dice que, pese a que no hay un registro sobre el destino final de los chalecos, ponen la información en conocimiento de las autoridades para avanzar con las investigaciones.
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BLU Radio ha seguido de cerca este escándalo de los chalecos blindados vencidos que según las actas de la Policía fueron destruidos en 2019 pero que aparecieron no solo en manos de una banda de ladrones de oro en Medellín sino en un almacén en el norte de Bogotá que terminó vendiéndolos a la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP.
Este es el documento:
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