BLU Radio tiene en su poder el acta 227 de la Policía Metropolitana de Bogotá que ordena la destrucción de más de 3.400 chalecos antibalas, entre los que se encontraban los 500 que el Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá adquirió en 2012, algunos de los cuales terminaron en manos de los ladrones que se llevaron 500 millones de pesos en oro de una comercializadora en Medellín.
El documento da cuenta de que el 26 de abril de 2019, se pidió la destrucción y baja de los chalecos antibalas y otros elementos, como cascos y escudos antimotín, cartuchos dispositivos eléctricos taser, entre otros, a través de la Resolución 201 del 13/05/2019 firmada por el entonces comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, coronel Javier Josué Martín Gamez.
En total, dice el acta de la MEBOG, se destruyeron 3.405 chalecos antibalas nivel IIIA, cada uno por un valor de $1'199.900.
En el concepto se aclara que los “chalecos antibalas nivel IIIA, escudos blindados nivel IIIA y cascos blindados nivel IIIA se encuentran inservibles por haber cumplido su tiempo de vida útil, considerándolos como no utilizables ni susceptibles de reparación y NO APTOS para el servicio policial ya que su uso genera riesgo al usuario”, dice el documento.
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En la lista que relaciona los elementos listos para su destrucción aparecen los seriales de los chalecos blindados que la empresa Miguel Caballero vendió al Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá en 2012, es decir, los seriales del 141585 al 142084. En la lista, incluso, aparece como destruido el número 141678 que fue el serial que apareció en todos los chalecos que las autoridades incautaron a los ladrones de oro en Medellín.
Sin embargo, hay varias preguntas sobre la mesa:
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¿Qué pasó con los chalecos?
El documento de 29 hojas aclara que todo el material se entregó a la empresa PROGESA S.A. “Se procedió a llevar los elementos a las instalaciones de Progesa SA (Protección y Gestión Ambiental SA) ubicada en la Autopista Sur Km 25 vía Mesitas-Parque Industrial Alicachin bodega 1, donde se efectuó su destrucción y disposición final mediante acta 0043-19 de fecha 22/05/2019, autorizado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), en donde se otorga la licencia ambiental para el proceso industrial de incineración y almacenamiento de residuos peligrosos (…)”.
¿Por qué si los chalecos que Miguel Caballero vendió al Fondo de Vigilancia se vencieron en 2017, solo fueron destruidos hasta 2019?
Lo que fuentes de la Policía explicaron a BLU Radio es que, normalmente, se acumula el material que utiliza la fuerza pública y se vence para hacer una sola destrucción.
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¿Si el material fue entregado a PROGESA S.A. para su destrucción en 2019, por qué los chalecos aparecen 2 años después en manos de un grupo de ladrones en Medellín?, ¿Qué pasó con los 3405 chalecos que la Policía Metropolitana de Bogotá entregó a PROGESA para su destrucción?, ¿Habrá más chalecos blindados que debían ser destruidos en manos de delincuentes?