El presidente Biden ha dado luz verde a Ucrania para usar armas estadounidenses contra objetivos rusos en la región de Járkov.
Alemania se une a EE.UU. permitiendo el uso de sus equipamientos militares contra objetivos en Rusia, especialmente en respuesta a la ofensiva en Járkov.
El presidente ucraniano ve esta autorización como un paso adelante para defender a su pueblo en las aldeas fronterizas con Rusia.
La decisión de EE.UU. representa un cambio significativo, ya que anteriormente temían que esta medida pudiera provocar un conflicto directo entre la OTAN y Rusia.
El Kremlin critica la utilización de armas estadounidenses en ataques contra su territorio y ve esto como una prueba de la implicación de EE.UU. en el conflicto.
Jens Stoltenberg minimiza la amenaza de una escalada y destaca la necesidad de continuar apoyando a Ucrania, a pesar de las críticas rusas.
La OTAN ha proporcionado una significativa ayuda militar a Ucrania y se compromete a mantener este nivel de apoyo durante el tiempo necesario.
Los ministros del G7 expresan su preocupación por la creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte y piden el cese de transferencias ilegales de armas.
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