Tras conocerse el incendio que se presentó en la central nuclear de Zaporiyia en horas de la mañana del 4 de marzo, en Ucrania, por cuenta del bombardeo al que está siendo sometido el país, las autoridades entraron en alerta máxima por el temor a una explosión
La planta es considerada una de las más grandes de Europa. Si llegase a estallar podría ocasionar 10 veces más daño que el ocasionado Chernóbil en 1986, cuando uno de los reactores nucleares explotó
En ese entonces, la central estuvo en llamas durante 10 días y contaminó 142.000 kilómetros cuadrados con partículas radioactivas
Zaporiyia entró en funcionamiento en diciembre de 1984, con el primer reactor y hasta octubre de 1995 se activó el sexto y último, por este motivo, un estallido de la planta sería 10 veces más peligrosa que Chernóbil, pues esta contaba con cuatro reactores
Una detonación nuclear provoca un gran daño por la onda explosiva, la radiación y el calor, el cual puede generar la muerte o quemaduras graves; además, el destello de luz ocasionando puede causar ceguera temporal por varios minutos
La lluvia radioactiva que ocurre entre los 10 a 15 minutos posteriores al estallido es otra de las consecuencias, que incluso, podría llegar a afectar a más población que se encuentra fuera del perímetro de la onda explosiva por el arrastre de los vientos que desplazan la radiación
Las regiones aledañas a la catástrofe sufren afectaciones en el suministro de energía y daños en los aparatos electrónicos por el pulso electromagnético
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