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¿Vladimir Putin perdió o ganó tras intento de rebelión por Grupo Wagner?

El intento de rebelión por el Grupo Wagner evidenció una profunda fragilidad en el sistema de defensa ruso.

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Vladimir Putin
MIKHAIL KLIMENTYEV/AFP

Un acuerdo alcanzado entre el Kremlin y el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, puso fin al intento de rebelión armada que duró 24 horas en Rusia. Según el jefe de este ejército privado, "el objetivo de la marcha era evitar la desaparición de Wagner” y no derrocar el poder en ese país.

Esto evidenció una profunda fragilidad en el sistema de defensa ruso, pues los wagneritas cruzaron sin resistencia alguna la frontera, entraron en Rostov en el Don y ocuparon sin un solo disparo el Estado Mayor y otros objetivos militares, desplazaron al menos cuatro columnas militares casi hasta Moscú sin sufrir una baja, pero derribando varios helicópteros y un avión militar ruso.

Por esta razón, en Mañanas Blu, cuando Colombia está al aire, se consultó a Douglas Lute, exrepresentante de Estados Unidos en la OTAN, ya que son muchas más las preguntas que hay alrededor de este intento de rebelión.

Lute señaló que el Grupo Wagner opera por fuera de las leyes a nivel internacional: “Cumplen una misión de guerra, pero también tienen un motivo de enriquecerse. Aparte de brindar un apoyo de fuerza militar al gobierno ruso, ellos se están enriqueciendo y no están respondiendo a esa cadena de mando”, contestó a la pregunta de cómo funciona ese ejército privado.

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En ese sentido, agregó que el gran perdedor tras este intento de rebelión es el presidente ruso, Vladimir Putin, ya que, según explicó, en una dictadura es esencial que el dictador demuestre control total, que demuestre ser invencible, pero sucedió todo lo contrario: Putin quedó como un “dictador vulnerable”.

Prigozhin dice que quería salvar el Grupo Wagner y no derrocar el poder en Rusia

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien lideró el fin de semana una rebelión contra la cúpula militar rusa, dijo en sus primeras declaraciones tras el fallido motín que sólo buscaba salvar de la desaparición a la empresa militar privada y no cambiar el poder.

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"El objetivo de la marcha era evitar la desaparición de Wagner (...) No buscábamos derrocar el poder en el país", dijo.

Prigozhin señaló que esta unidad "debía dejar de existir el 1 de julio a consecuencia de las intrigas" de la élite militar rusa.

Se trata de la fecha tope establecida por el presidente ruso, Vladímir Putin, y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, para que todos los voluntarios que participan en la guerra en Ucrania debían firmar contratos con Defensa, con lo cual el Grupo Wagner, que rechazaba esta condición, quedaría proscrito.

Apuntó que "solo unos pocos combatientes del ejército privado accedieron a firmar el contrato con el Ministerio de Defensa" y añadió que la obligación de subordinarse a Shoigú y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, se puso sobre la mesa "en el momento menos adecuado".

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Explicó que Wagner tenía la intención de trasladar todos sus efectivos y equipamiento a Rostov en el Don el 30 de junio para "entregar públicamente" su armamento al Ejército ruso.

"Pese a que no dimos muestras de agresión, nos atacaron con misiles y luego con helicópteros. Cerca de 30 efectivos de Wagner murieron, algunos resultaron heridos", explicó.

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La gota que colmó el vaso de la paciencia de Prigozhin fue el supuesto bombardeo con misiles por parte de las fuerzas rusas de un campamento de los mercenarios en la retaguardia rusa en Ucrania.

Tras denunciar el ataque, el jefe de Wagner anunció que había cruzado con sus hombres la frontera rusa en la región de Rostov e iniciado una "marcha por la justicia".

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