Las autoridades rusas confirmaron la trágica muerte de siete personas el viernes, cuando un autobús cayó desde un puente al río en el centro de San Petersburgo, según informó el Comité de Instrucción de Rusia (CIR).
El número de fallecidos debido a la caída del autobús en el río Moika ha llegado a siete
Inicialmente, el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia había reportado tres muertes, con cuatro personas "clínicamente muertas" y otras dos en estado crítico.
En total, los buzos lograron rescatar a nueve personas del autobús sumergido, sacándolas por las ventanas y, en algunos casos, realizando maniobras de reanimación en el techo del vehículo.
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— TSM Noticias (@tsmnoticias) May 10, 2024
En St. Petersburgo, Rusia, un bus cayó a un rio, dejando como resultado tres personas fallecidas y varios heridos. pic.twitter.com/fFeMVvi2iV
El conductor y al menos diez pasajeros lograron salir del autobús por sus propios medios, lo que les salvó la vida.
La temperatura del agua en los canales de la ciudad era notablemente baja debido a una ola de frío inusual para la época del año.
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Varios testigos que se arrojaron al agua para ayudar describieron el agua como "gélida" y con una visibilidad prácticamente nula.
Según el comité municipal de Transporte, el conductor perdió el control del autobús, impactando varios automóviles estacionados antes de precipitarse al río, como se puede apreciar en un vídeo compartido en redes sociales.
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El conductor fue arrestado y el Ministerio del Interior confirmó la apertura de una investigación penal por imprudencia temeraria, con más de dos muertes, lo que podría resultar en hasta cinco años de prisión.
Las autoridades están investigando si el conductor estaba incapacitado antes del accidente, que estuvo a punto de provocar una colisión con un barco en el río.
Además, se abrió una investigación penal contra la compañía de autobuses, que tenía antecedentes de multas, y la esposa del conductor denunció que este había sido obligado a trabajar más horas de las permitidas.
Serguéi Mirónov, líder socialdemócrata en la Duma rusa, expresó su indignación por la nacionalidad del conductor, originario de Asia Central, y llamó a prohibir que los inmigrantes trabajen en el transporte y la educación, a pesar de que el conductor tenía ciudadanía rusa.
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Según informes, entre las cuatro personas que se lanzaron al agua para rescatar a los ocupantes del autobús había tres daguestaníes y un uzbeko.
El autobús, finalmente recuperado con la ayuda de una grúa, cayó desde un puente que data del siglo XVIII pero fue reconstruido con metal en el XIX y modernizado en el XX.
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El puente, conocido como el Puente de los Besos, se encuentra cerca del Teatro Marinski de San Petersburgo, la capital cultural de Rusia, famosa por sus pintorescos canales.