Según informaron las autoridades el lunes, los efectos de esta tormenta no solo han sido devastadores para las personas, sino que también han interrumpido la vida cotidiana en diversas regiones del país.
La Patrulla de Carreteras de Misuri informó que dos peatones perdieron la vida el pasado fin de semana debido a ser atropellados por vehículos que perdieron el control sobre la calzada helada. La peligrosidad de las condiciones climáticas ha sido un factor clave en estos accidentes. Los conductores, enfrentándose a una visibilidad reducida y a carreteras resbaladizas, no lograron evitar a los peatones, quienes se encontraban en un entorno particularmente riesgoso. Mientras tanto, en Kansas, la Patrulla de Carreteras también reportó tres muertes adicionales, resultado de accidentes automovilísticos provocados por el hielo y la nieve.
Aparte de las víctimas fatales, la tormenta ha causado serias interrupciones en los servicios eléctricos. Más de 300.000 personas se han quedado sin electricidad en varias zonas afectadas, incluidas partes de Misuri, Illinois, Indiana, Kentucky, Texas, Virginia Occidental y Virginia. Los cortes de energía han agravado las dificultades de las familias que, además de lidiar con las bajas temperaturas, han quedado incomunicadas o sin acceso a calefacción.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos ha emitido advertencias de tormenta invernal que abarcan desde Kansas y Misuri hasta Nueva Jersey. Se espera que las condiciones empeoren en las próximas horas, con ventiscas y más nevadas, lo que incrementará los riesgos para quienes transiten por las áreas más afectadas. Además, el frío extremo que acompaña a la tormenta se ha sumado a la preocupación por la salud de las personas más vulnerables, especialmente en regiones donde el sistema de calefacción ha fallado debido a los cortes de energía.
Las autoridades han instado a la población a evitar viajar y tomar precauciones extremas si se ven obligados a salir. Se espera que el sistema meteorológico continúe su paso hacia el noreste, por lo que se mantiene el monitoreo constante de las condiciones climáticas y de seguridad en las zonas afectadas.