El expresidente estadounidense Donald Trump se negó el jueves a testificar en el juicio político que se abre la próxima semana en su contra y que consideró "inconstitucional", declinando una petición de los legisladores que ofician de fiscales en el proceso.
La defensa de Trump ridiculizó la solicitud del congresista demócrata Jamie Raskin, que lidera la parte acusadora, para ser interrogado sobre el ataque del 6 de enero al Capitolio , como un "golpe de efecto comunicacional".
"Su carta solo confirma lo que todos saben: no puede probar sus acusaciones" contra Trump, dijeron los abogados Bruce Castor y David Schoen en su respuesta.
Aunque los abogados no dijeron si Trump testificaría, un asesor principal, Jason Miller, dijo rotundamente que no lo haría.
"El (ex)presidente no testificará en un proceso inconstitucional", aseguró Miller a la AFP.
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Juicio empieza el martes
La negativa se conoce cinco días antes del inicio en el Senado del juicio de Trump por el cargo de "incitación a la insurrección".
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En su segundo juicio político -algo sin precedentes-, Trump es acusado de fomentar el ataque de sus partidarios al Legislativo estadounidense hace un mes, forzando a los legisladores a detener los procedimientos para certificar la victoria de Joe Biden, su rival en las elecciones presidenciales de noviembre.
Raskin le había pedido a Trump, quien sostuvo sin evidencia que Biden ganó mediante un fraude masivo, que diera su testimonio "bajo juramento", antes o durante el juicio, entre el lunes 8 y el jueves 11 de febrero.
"Si rechaza esta invitación, nos reservamos todos los derechos, incluido el derecho a argumentar en el juicio que su negativa a testificar pesa mucho en su contra", escribió.
La carta de Raskin y la respuesta de la defensa establecen las líneas de batalla para el juicio político nunca visto de un presidente después dejar el cargo.
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Los fiscales demócratas de la Cámara Baja, denominados gerentes del juicio político, dicen que el líder republicano fue responsable del ataque a la sede del Congreso, que dejó cinco muertos.
"En una grave traición a su juramento en el cargo, el presidente Trump incitó a una turba violenta a atacar el Capitolio de Estados Unidos", dijeron.
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Pero el equipo de Trump argumentó en un escrito el martes que todo lo que Trump dijo en los días y horas antes del ataque para alentar a los partidarios a rechazar la victoria electoral de Biden estaba amparado por su derecho constitucional a la libertad de expresión.
Y declararon inconstitucional enjuiciar a un expresidente en el Senado.
"Pelear como el infierno"
El ataque del 6 de enero sigue haciendo olas en Washington.
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Unas 180 personas han sido inculpadas por la toma del Capitolio, según un conteo del Programa de la Universidad George Washington sobre extremismo, y cientos más están bajo investigación.
El Departamento de Justicia ha sugerido que podría construir un caso de "conspiración sediciosa" por parte de algunos grupos de extrema derecha partidarios de Trump.
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Varios de los acusados han dicho que se sintieron alentados por el magnate republicano, quien menos de dos horas antes del ataque convocó a sus simpatizantes reunidos en un mitin frente a la Casa Blanca a "pelear como el infierno" para respaldar sus alegaciones de victoria electoral.
Trump ya había sido enviado a juicio a fines de 2019 por pedirle a Ucrania que investigara por supuesta corrupción al hijo de Biden. No testificó en ese primer juicio y rápidamente fue absuelto por un Senado con mayoría republicana.
Pero aunque desde entonces los demócratas han recuperado el control de la Cámara Alta, les resultará difícil concitar el apoyo de 67 de 100 senadores necesario para un veredicto de culpabilidad.
La semana pasada, 45 de los 50 senadores republicanos dejaron en claro en una votación que creen que juzgar a un expresidente es inconstitucional.