La inmigración, un tema central en la agenda del presidente electo Donald Trump y protagonista de la última campaña electoral, sigue siendo motivo de intenso debate. El foco ahora se centra en las visas H-1B, que permiten la contratación de profesionales extranjeros altamente calificados para trabajar en Estados Unidos, dividiendo las opiniones dentro de su círculo de seguidores.
Por un lado, Elon Musk y Vivek Ramaswamy, líderes del recién creado ‘Departamento de Eficiencia Gubernamental’ en el gobierno de Trump, han manifestado su apoyo a este programa. Sin embargo, esta postura contrasta con la de los sectores más conservadores de la base trumpista, que rechazan las visas H-1B argumentando que favorecen la contratación de mano de obra extranjera barata en detrimento de los trabajadores estadounidenses.
Tanto Musk como Ramaswamy han expresado públicamente su respaldo a las visas H-1B, destacando que son esenciales para mantener la competitividad tecnológica del país. Según The Hill, ambos coinciden en que la cultura estadounidense no prioriza el éxito en carreras científicas y de ingeniería al nivel de otras naciones.
“Estados Unidos alcanzó su grandeza en los últimos 150 años gracias a su meritocracia, más que cualquier otro lugar del mundo. Lucharé hasta mi última gota de sangre para garantizar que siga siendo esa tierra de libertad y oportunidades”, afirmó Musk en un mensaje reciente.
Defensores del programa argumentan que las visas H-1B son vitales para emplear a trabajadores extranjeros altamente cualificados, mientras que críticos, principalmente de la extrema derecha, sostienen que estas perjudican a los empleados locales. Musk, quien en su momento se benefició de una visa H-1B, señala que sus empresas, Tesla y SpaceX, han dependido de este sistema para atraer talento. En 2024, Tesla recibió 724 de estas visas.
Por su parte, Ramaswamy ha culpado a la cultura estadounidense de fomentar la mediocridad, lo que ha llevado a una escasez de ingenieros nacidos en el país. “El sistema H-1B está muy dañado y debe ser reemplazado por uno que seleccione a los mejores de los mejores, no por una lotería”, publicó en X.
Publicidad
La controversia se intensifica en las redes sociales justo cuando Trump se prepara para asumir el cargo el próximo 20 de enero. Aunque ha manifestado su intención de otorgar más visas a trabajadores calificados, su agenda también incluye medidas como deportaciones masivas, cierre de fronteras y la imposición de aranceles para generar empleo interno, según The New York Times.
Entre los detractores de las visas H-1B destaca Laura Loomer, una figura conservadora activa en redes sociales y cercana a Trump durante su campaña. Loomer, junto con otros miembros de la extrema derecha, considera que ampliar este programa contradice la política migratoria que Trump prometió defender.
Publicidad