El pasado 15 de enero un avión de Yeti Airlines se precipitó a tierra cerca de la ciudad de Pokhara en Nepal. El siniestro en un principio dejó un saldo de 68 personas muertas, pero la cifra de las víctimas fatales se incrementó a medida que avanzaban las labores de búsqueda y rescate
Una de las 72 víctimas mortales del accidente, fue la copiloto Anju Khatiwada, quien hace 16 años había perdido a su esposo en otro accidente aéreo
En ese entonces, Dipak Pokhrel, esposo de Khatiwada, trabajaba como copiloto en la misma aerolínea y cubría la ruta local entre la ciudad de Nepalganj y Jumla, la cual tenía como objetivo llevar arroz y comida entre las dos ciudades
Tras el lamentable suceso del 21 de junio de 2006, en la que nueve personas perdieron la vida, entre ellos Dipak, la mujer decidió iniciar la carrera como piloto para sacar adelante a su hijo
Cuatro años más tarde, en 2010, Anju viajó a Estados Unidos para completar sus estudios e ingresó a trabajar como piloto auxiliar del avión regional Jetstream 41 en 2019, antes de unirse a la flota ATR
La copiloto completó su último entrenamiento a bordo de un aeroplano ATR-72 en la ciudad francesa de Toulouse, acumulando un total de 6.396 horas de vuelo en toda su carrera profesional antes del trágico accidente que acabó con su vida
A pesar de la tragedia que enlutó a la mujer, ella amaba su profesión, pues según contó su familia, estaba cumpliendo sus sueños y los de su esposo fallecido
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