La justicia electoral absolvió en una ajustada votación a Dilma Rousseff y Michel Temer de las supuestas irregularidades denunciadas en la campaña que compartieron en 2014, con lo que mantuvo en su puesto al actual presidente brasileño.
Aunque el juez Herman Benjamin, instructor del proceso en el Tribunal Superior Electoral, consideró "comprobado" que esa campaña se financió con dinero de la corrupción, sólo dos de los otros seis miembros de la corte le respaldaron y los cuatro restantes formaron la mayoría que acabó exculpando a Rousseff y Temer.