La ventana de esperanza para rescatar con vida a las víctimas del terremoto en Marruecos se cerrará en las próximas horas, lo que justifica que las autoridades estén evaluando con mucho cuidado las próximas decisiones que tomarán, opinó hoy una alta responsable de la Federación Internacional de laCruz Roja y la Media Luna Roja (FICR).
La jefa de operaciones globales de la FICR, Caroline Holt, dijo en Ginebra que el hecho de que un terremoto tan violento haya afectado zonas remotas de montaña explica que todavía no se cuente con una evaluación precisa de la situación.
Sostuvo que en estas circunstancias es comprensible que el Gobierno marroquí solo haya aceptado la ayuda de un puñado de países -entre varias otras ofertas- y así evitar problemas de coordinación, "que a la larga crearían más caos donde ya hay caos".
En una conferencia de prensa, Holt dijo que se ha sabido que el ejército empezó a utilizar este lunes maquinaria pesada para despejar los caminos que llevan a las aldeas afectadas y desde donde numerosos testimonios de víctimas han denunciado una falta total de ayuda.
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"Creo que se necesita tiempo para que lleguen los convoyes de ayuda, recordemos que esas carreteras han sido difíciles de transitar para los camiones incluso en tiempos normales", agregó.
Los rescatistas y equipos de ayuda también han encontrado dificultades para conseguir combustible en las altas cordilleras.
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Los voluntarios de la Media Luna marroquí (un total de 230 repartidos en Tarudon, Marrakech, Chichawa y Haus) empezaron su acción ante esta tragedia prestando los primeros auxilios a las víctimas, trasladando a los heridos a los hospitales, evacuando a los residentes de los edificios dañados y colaborando con el entierro digno de los fallecidos.
Host indicó que para los damnificados ahora es urgente recibir suministros de alimentos y agua potable, lo que también serviría para evitar la aparición de enfermedades infecciosas.
La lluvia en Marruecos agravará el caos tras el terremoto al convertir el adobe en barro
La predicción de lluvias desde mañana en Marruecos agravará el caos generado tras el brutal terremoto que ha sacudido el país y ha dejado más de 2.800 fallecidos, porque "la compactación del terreno de adobe que es prácticamente tierra se va a convertir en barro".
Así lo ha explicado este martes el presidente de Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF), Antonio Nogales, quien se ha desplazado a la zona afectada y ha advertido de que las lluvias previstas en Marruecos agravarán la situación para trabajar allí.
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"No son buenas noticias", será todo "mil veces peor", ha señalado Nogales, porque las precipitaciones además dejarán aún más comprometido el equilibrio de algunas de las zonas del terreno a causa del seísmo.
En las últimas horas equipos de rescate de toda España se han ido sumando a las tareas de ayuda en Marruecos, por el brutal terremoto del viernes del que aún se siguen sintiendo réplicas en aldeas próximas al epicentro y que se ha cobrado la vida de más de 2.800 personas y son más de 2.500 las heridas.
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