La policía brasileña rescató a una mujer y sus dos hijos , que permanecieron secuestrados por el propio padre durante 17 años, periodo en el que estuvieron encarcelados en su casa, informaron este viernes las autoridades.
La mujer y sus dos hijos, de 17 y 22 años, se encontraban amarrados, sucios y desnutridos en una habitación en condiciones insalubres en Guaratiba, un barrio situado en la zona oeste de Río de Janeiro, explicó en un comunicado la Policía Militar, que consiguió ponerlos en libertad tras recibir una denuncia anónima.
Policiais do #27BPM libertam mãe e dois filhos de cárcere privado em Guaratiba.
— @pmerj (@PMERJ) July 28, 2022
Após denúncia anônima, a equipe policial do batalhão de Santa Cruz conseguiu resgatá-los, acabando com um sofrimento que já durava 17 anos.
O homem foi preso na ocorrência encaminhada à 43ª DP. pic.twitter.com/sJRU9SBCqU
Las autoridades también detuvieron al secuestrador, identificado como Luiz Antonio Santos Silva, padre de los dos jóvenes, quienes tenían apariencia de niños debido a los evidentes signos de desnutrición, según relató el capitán de la Policía Militar William Oliveira, quien participó en la operación de rescate.
Santos Silva mantuvo encarcelados a su mujer y sus dos hijos durante cerca de dos décadas en una habitación de cemento sin revestir, sin agua potable, repleta de humedad, con heces y sin circulación de aire, ya que las ventanas y puertas se encontraban tapiadas.
Una vez rescatada, la mujer relató a las autoridades que no veía la luz del día desde hacía 17 años y que tan solo podían comer cuando eran autorizados por su marido.
"Dijo que no veía la luz del día desde hacía 17 años, era la primera vez en todo ese tiempo, y decía que sentía dolor por la luz del sol. Le ofrecimos agua, le pregunté si había comido alguna cosa y si quería comer, dijo que no. Decía 'no, o no, no puedo comer, no nos deja comer sin su autorización", relató Oliveira, en declaraciones recogidas por medios locales.
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"Le expliqué que ella y los hijos estaban en libertad ahora y que el hombre había sido preso, pero aún así ella insistió y no comió nada", agregó.
Los jóvenes, por su parte, no hablaban, se encontraban ansiosos y balbuceaban. "Inicialmente pensábamos que eran niños, debido al grado de desnutrición", señaló Oliveira.
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