La investidura presidencial en Estados Unidos de Donald Trump no solo marcó un momento político significativo, sino también un evento en el que la moda brilló con fuerza.
Uno de los elementos más comentados fue el sombrero de Melania Trump , una elección estilística que la convirtió en el centro de todas las miradas.
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El sombrero, descrito como "rotundo y riguroso" por la analista de modo Beatriz Arango, fue un símbolo de autoridad y sofisticación.
Este accesorio evocó un aire de realeza europea, con referencias a figuras como la reina Letizia de España o la difunta Lady Di . La estructura rígida y la elegancia minimalista del diseño proyectaron un mensaje claro: Melania Trump no solo es una primera dama, sino una figura de estatus y poder en la esfera global.
La moda en eventos como este no es trivial. Según la experta, las elecciones de vestuario comunican posturas y sentimientos políticos. Por ejemplo, mientras Melania e Ivanka Trump optaron por estilos que evocan a la realeza, otras figuras políticas, como Hillary Clinton , eligieron atuendos más discretos, casi distantes, como una forma de expresar sutilmente su postura frente a la nueva administración.
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El impacto visual del sombrero y el atuendo completo de Melania Trump se alineó con una tendencia observada en el gobierno de Donald Trump: la formación de "nuevas monarquías", compuestas por magnates empresariales y figuras públicas que desempeñan roles clave en su administración.
Este paralelismo entre poder político y estatus social encuentra un eco poderoso en las elecciones de vestuario de las figuras cercanas al expresidente.
El sombrero de Melania Trump no fue simplemente un accesorio, para la experta en moda, sino un símbolo que definió una narrativa de poder, estatus y estilo en uno de los eventos políticos más importantes de la historia reciente.