El soldado estadounidense que permanece retenido en Corea del Norte tras entrar por sorpresa en el país el martes pasó 48 días en un taller penitenciario en el Sur debido a que no pagó la multa que se le impuso en febrero por patear y dañar un coche de policía en Seúl, según ha informado la agencia Yonhap.
El soldado raso de segunda clase Travis T. King, de 23 años, aprovechó para cruzar la Línea de Demarcación Militar (MDL) y entrar en territorio norcoreano el pasado martes mientras realizaba una visita turística de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) en el corazón de la frontera entre las dos Coreas, que técnicamente siguen en guerra.
Fuentes anónimas con conocimiento de la situación legal de King explicaron a la agencia Yonhap que tras ser multado con 5 millones de wones (unos 3.900 dólares) por dañar la puerta del coche de una patrulla de policía que le dio el alto el pasado febrero, el militar no abonó la sanción.
Por ello, un tribunal decidió que King debía ingresar en un taller penitenciario, donde debía trabajar para abonar la multa a relación de unos 100.000 wones por día trabajado.
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El soldado pasó finalmente 48 días, del 24 de mayo al 10 de julio, ingresado en un centro penitenciario de Cheonan, 85 kilómetros al sur de Seúl, y después fue enviado a una base estadounidense en Corea del Sur, donde estuvo alojado una semana.
Medios estadounidenses han informado de que, como medida disciplinaria en relación con unas acusaciones por agresión, el ejército decidió retornarlo a su país y que el pasado lunes King supuestamente huyó del aeropuerto internacional de Incheon, que da servicio a Seúl, donde debía tomar un vuelo a Dallas.
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Aún se desconoce si el soldado había reservado con anticipación la visita guiada que realizó el martes a la JSA y que aprovechó para cruzar corriendo la MDL, que divide en dos la JSA.
Washington sostiene que Travis se encuentra bajo la custodia de las autoridades norcoreanas y que el Pentágono ha contactado al Ejército Popular de Corea (KPA) sin obtener respuesta por el momento.
Corea del Norte lleva cerrada al exterior a cal y canto desde el inicio de la pandemia en 2020 y ni siquiera ha permitido el retorno al país de sus diplomáticos o trabajadores en el exterior desde entonces.
El país, que ha obtenido un número desconocido de vacunas chinas, mantiene a día de hoy sus estrictos protocolos fronterizos.
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