Unos 10 venezolanos estarían aún viviendo en Ucrania, la mitad de ellos en Kiev , su capital, donde desde hace más de 20 años está Jesús Antonio Benavides, quien asegura que solo la mañana de este jueves tanto él como los ucranianos sintieron temor por las sirenas y los bombardeos en otras ciudades.
“Puedo decir que las últimas dos semanas eran comunes, la gente vivía normal, trabajo, casa, escuela, restaurantes, como todo (…) Sí había una tensión, pero nunca un pánico, como desafortunadamente empezó desde esta mañana”.
Benavides, nacido de Ciudad Bolívar, al sur de Venezuela, cuenta que por trabajo no ha salido de la capital ucraniana, sin embargo, tiene unos amigos cerca de la frontera con Polonia, a donde podría llegar en caso de tener que huir, o si hay un ataque en las próximas horas sobre Kiev, ya las autoridades han habilitado algunos refugios.
Le puede iteresar:
“Plan B tengo, hay búnkeres ya informados por el alcalde de la ciudad, y el metro lo podemos utilizar como sótano o como búnker, pues va a trabajar las 24 horas”.
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No obstante, se decretó toque de queda en la ciudad entre 10 de la noche y 7 de la mañana como una manera de proteger a la población civil, “pero igual en caso de que me tenga que ir, lo haría hacia un bunker, ese es mi plan B”.
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