El número de mujeres migrantes superó por primera vez al de hombres el pasado año, según un informe elaborado por las ONG jesuitas Alboan y Entreculturas, cuya versión digital se presentó en Madrid.
Con el título ‘Invisibilizadas: mujeres migrantes en el choque de fronteras’, este trabajo busca dar a conocer la realidad de violencia y el incumplimiento de los derechos humanos al que se enfrentan las mujeres migrantes en Centroamérica y el norte de África.
Entre las violencias a las que las mujeres se exponen en estos circuitos migratorios, el informe destaca las de carácter físico, psicológico, sexual, económico e institucional.
Una de las coautoras del trabajo, Sara Diego, define este conjunto de violencias como “basadas en género”, y asegura que existen contextos migratorios que favorecen la vulnerabilidad de las mujeres, especialmente en el caso de aquellas que viajan solas.
“En rutas terrestres como las africanas o la centroamericana, muchas mujeres asumen la violencia sexual como un precio que toca pagar. A menudo, las que viajan solas ‘identifican’ a un hombre como su pareja y se comprometen a mantener relaciones con él a cambio de protección”, explicó a EFE Sara Diego.
Testimonios como este, insiste Diego, son la “base” y el “principal valor” del informe, cuyo objetivo es “asegurar el respeto de los derechos humanos y de género” de las mujeres a lo largo de todo el “proceso migratorio”.
Según Naciones Unidas, en 2020 más de 146 millones de mujeres vivían fuera de sus países de origen de forma involuntaria; Angie Torres, activista colombiana de los derechos humanos y el medio ambiente, es una de ellas.
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