En Palmeras de san Ignacio, su vivienda en Tegucigalpa, se entregó a las autoridades el expresidente Juan Orlando Hernández pedido en extradición por tráfico de droga y uso de armas como parte de una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares.
Cuando la Policía llegó a la residencia del exmandatario, estaba acompañado de sus abogados Hermes Ramírez y Félix Ávila, así como de su esposa, la exprimera dama Ana García Carías.
“No fue necesaria la fuerza, él salió a la puerta con sus abogados, hablamos con ellos, les mostramos la resolución. Una vez que su abogado defensor la leyó, nos entregó al indiciado y procedimos a los protocolos para garantizar su integridad y la legalidad del proceso”, dijo el secretario de seguridad Ramón Sabillón.
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En un hecho histórico, Juan Orlando Hernández, quien ocupó la presidencia durante los últimos 8 años hasta el pasado 27 de enero, vestido con un chaleco antibalas y una gorra, fue esposado de pies y manos y trasladado al comando de operaciones especiales Los Cobras, donde le realizaron una revisión médica y le leyeron los cargos. Posteriormente fue trasladado a la corte suprema.
Tan pronto se supo de la petición de extradición en su contra, el exmandatario Juan Orlando Hernández publicó a través de su cuenta de Twitter un mensaje de audio en el que agradecía a sus seguidores y al pueblo de Honduras su apoyo y oraciones. Además, señalaba que estaba presto y listo para colaborar y llegar voluntariamente para poder enfrentar esta situación y defenderse.
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