La agencia espacial estadounidense ordenó a los nueve tripulantes de la Estación Espacial Internacional (EEI) refugiarse temporalmente en sus cápsulas, incluida la Starliner de Boeing, como medida de precaución debido a la ruptura de un satélite ruso en la órbita terrestre baja que dejó un centenar de escombros.
El hecho ocurrió cuando los astronautas dormían, la medianoche del miércoles, y duró apenas una hora, según detalló la Nasa.
Los astronautas se trasladaron brevemente a tres naves espaciales, entre ellas la Starliner de Boeing, que no ha podido regresar a la Tierra desde el pasado 14 de junio como estaba previsto con su tripulación de dos astronautas, debido a fugas de helio.
La tripulación de la llamada Expedición 71 del laboratorio espacial se dirigió a sus tres naves poco después de las 02:00 GMT, según señaló la Nasa en la red social X, cuando ocurrió el accidente "a una altitud cercana a la de la estación"
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El procedimiento fue una "medida de precaución estándar" y la tripulación ya reanudó sus tareas, según la Nasa.
"El Control de la Misión continuó monitoreando el camino de los escombros y, después de aproximadamente una hora, se autorizó a la tripulación a salir de su nave espacial y la estación reanudó sus operaciones normales", indicó la Nasa.
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El satélite que se desintegró fue el ruso Resurs-P1, confirmó este jueves el Comando Espacial de Estados Unidos (USSPACECOM).
Subrayó que la desintegración ocurrió en órbita terrestre baja este miércoles a aproximadamente las 16:00 GMT y causó más de 100 piezas de escombros rastreables.
El Comando subrayó que no ha observado amenazas inmediatas y continúa realizando evaluaciones de rutina para respaldar la seguridad y sostenibilidad del dominio espacial.
El satélite comercial ruso de observación de la Tierra era capaz de adquirir imágenes de alta resolución.