El régimen de Nicolás Maduro ha intensificado sus acusaciones contra la oposición venezolana y sus supuestos vínculos con redes de narcotráfico y terrorismo. En un esfuerzo por desacreditar a sus críticos tanto dentro como fuera del país, el Gobierno de ese país ha vinculado a más de 120 extranjeros detenidos recientemente en Venezuela con una supuesta conspiración internacional destinada a desestabilizar el país. Según Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia, los detenidos forman parte de una red terrorista apoyada por narcotraficantes colombianos, cuya misión sería generar caos en las calles de Venezuela y apoyar a la "derecha reaccionaria".
En una conferencia de prensa celebrada el lunes 6 de enero, Cabello describió estas detenciones como resultado de un operativo de inteligencia que habría desmantelado una operación de narcotráfico y terrorismo organizada desde Colombia. Aunque la mayoría de los detenidos provienen de países latinoamericanos y europeos, las autoridades no han revelado detalles completos sobre las nacionalidades implicadas. Sin embargo, Cabello fue contundente al afirmar que el narcotráfico colombiano y los grupos paramilitares están detrás de esta supuesta operación internacional para desestabilizar el gobierno de Maduro.
“El narcotráfico colombiano y los paramilitares están financiando a quienes buscan desestabilizar Venezuela. Esta red terrorista tiene como objetivo sembrar violencia, desestabilizar nuestras instituciones y apoyar a la derecha que quiere devolverle el control a los intereses imperialistas”, declaró Cabello. Además, el ministro acusó indirectamente a figuras clave de la oposición, como María Corina Machado, de estar vinculadas a estos grupos, sin ofrecer pruebas concretas.
En paralelo a estas acusaciones, Venezuela se enfrenta a una situación política crucial. El próximo 10 de enero, Nicolás Maduro asumirá su tercer mandato consecutivo como presidente, tras unas elecciones que la oposición ha calificado de fraudulentas. En este contexto, el líder opositor Edmundo González, quien se considera el verdadero vencedor en los comicios de 2024, se reunió el lunes 6 de enero con el presidente de EE. UU., Joe Biden, en la Casa Blanca. En un encuentro que calificó de “largo y fructífero”, González agradeció el apoyo estadounidense en su lucha por la recuperación democrática de Venezuela, señalando que la comunidad internacional respalda su causa.
Este encuentro con Biden ocurre justo cuando las tensiones aumentan en Venezuela. A pesar de las críticas internacionales, el régimen de Maduro se mantiene firme. Mientras tanto, la oposición, encabezada por figuras como María Corina Machado, ha convocado protestas para el 9 de enero, un día antes de la toma de posesión de Maduro. Estas manifestaciones buscan desafiar lo que la oposición considera un proceso electoral fraudulento, mientras que la comunidad internacional sigue observando con atención los desarrollos en Venezuela.
Este panorama político se ve aún más complicado por los enfrentamientos verbales entre el régimen de Maduro y los países vecinos, como Colombia, que, según el gobierno venezolano, está detrás de la financiación de los grupos terroristas en el país. La situación es volátil y sigue siendo un tema candente en los medios internacionales, que no solo siguen los movimientos de la oposición, sino también las acciones de Maduro para mantenerse en el poder.
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