¿Quién era Alexéi Navalni, por qué su muerte desata sospechas?

El líder opositor ruso Alexéi Navalni, de 47 años, falleció este 16 de febrero repentinamente en la prisión ártica donde estaba recluido desde diciembre pasado. Su muerte ha generado sospechas y preocupación tanto a nivel nacional como internacional.

Navalni, el principal opositor de Vladimir Putin, se encontraba en prisión desde 2021, condenado a 19 años por desafiar al régimen del Kremlin. Su detención se produjo tras anunciar una campaña contra la reelección del presidente ruso en las elecciones del 17 de marzo de 2024. El traslado de Navalni desde una cárcel cercana a Moscú hasta la prisión en el círculo polar Ártico, conocida como "Lobo polar," generó preocupación debido a su lejanía y condiciones extremas.

Según informes de los servicios penitenciarios de Rusia, Navalni se sintió mal después de dar un paseo en la penitenciaría IK-3 de la localidad de Jarp y perdió el conocimiento. A pesar de los intentos de reanimación, los médicos de urgencias confirmaron su fallecimiento. Se está llevando a cabo una investigación para esclarecer las causas de su muerte.

La noticia de la muerte de Navalni ha suscitado preocupación y conmoción a nivel internacional. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea y Amnistía Internacional expresaron inquietud por la suerte del líder opositor, considerado el enemigo número uno del Kremlin. En el pasado, Navalni ya había denunciado un intento de envenenamiento por parte del Servicio Federal de Seguridad ruso.

Foto: AFP

Alexéi Navalni, quien regresó a Rusia en 2021 después de ser envenenado el año anterior, había enfrentado múltiples periodos de prisión por infringir las leyes sobre manifestaciones. Desde la cárcel, instó a los rusos a votar en contra de Putin en las elecciones de 2024 y lanzó una página web (neputin.org) para apoyar a cualquier candidato que no fuera el actual presidente.

La repentina muerte de Alexéi Navalni ha dejado sorprendida a la población rusa debido a las circunstancias que rodearon su fallecimiento. Mientras tanto, una comisión de funcionarios de prisiones y médicos de Moscú se dirige a la prisión para investigar más a fondo este trágico suceso.

Navalni, un experto en el uso de las redes sociales, preparaba ya su venganza, que llegó en forma de tres comprometedores vídeos para el Kremlin.

Con la ayuda de Bellingcat y varios medios occidentales, logró recabar datos que probaban, según el político, la implicación del FSB en su intento de asesinato.

No se limitó a ello, sino que incluyó una conversación telefónica con uno de los presuntos participantes en la operación secreta que admitía que sus cómplices habían rociado Novichok en la ropa interior del opositor.

El último regalo envenenado del opositor al Kremlin fue el vídeo titulado "El Palacio de Putin" sobre la mansión que los amigos del presidente le habrían construido en el mar Negro y que uno de sus mejores amigos, el empresario Arkadi Rotenberg, admitió después que era de su propiedad.

Todo ello no sólo puso en evidencia al FSB y a Putin, sino que fueron vistos por más de 150 millones de personas, cifra que contrasta con los siete millones que siguieron la conferencia de prensa anual del presidente en esas mismas fechas.