Piloto mordido por una tarántula sufrió reacción alérgica en pleno vuelo: esto pasó después

Un vuelo de Iberia que cubría la ruta entre Dusseldorf (Alemania) y Madrid (España ) se vio envuelto en una situación insólita cuando una tarántula, que había subido al avión accidentalmente en Casablanca (Marruecos), mordió al piloto durante el trayecto.

El ataque desencadenó una reacción alérgica en el capitán, quien, gracias a un tratamiento de emergencia, logró mantener el control del Airbus A320 hasta su aterrizaje en la capital española. Este suceso no solo puso en riesgo la salud del piloto, sino que también generó retrasos y preocupación entre los pasajeros, además de plantear preguntas sobre los protocolos de seguridad en la aviación comercial.

La tarántula, que había permanecido oculta en la cabina, atacó al piloto mientras el avión sobrevolaba Europa, provocándole una inflamación considerable en la zona de la mordedura. Ante la emergencia, la tripulación actuó rápidamente y le administró Urbason, un medicamento antiinflamatorio utilizado para tratar reacciones alérgicas graves.

A pesar del dolor y la hinchazón, el piloto demostró una gran profesionalidad y logró mantener el control de la aeronave, asegurando un aterrizaje seguro en Madrid. Este tipo de situaciones, aunque raras, ponen de manifiesto los riesgos imprevistos que pueden surgir durante un vuelo, especialmente cuando se trata de fauna no deseada en las aeronaves.

Una vez en tierra, el avión fue sometido a una fumigación exhaustiva para eliminar cualquier rastro de la tarántula y garantizar la seguridad de los pasajeros en los siguientes vuelos. Este procedimiento, sin embargo, causó un retraso de tres horas en el itinerario, afectando especialmente a los viajeros que debían continuar hacia Vigo.

La noticia de la presencia de la araña generó un clima de tensión entre los pasajeros, quienes revisaron sus asientos y el pasillo en busca de otros posibles arácnidos. La preocupación aumentó al recordar que el avión había realizado escalas previas en Bruselas, Zúrich y Toulouse, lo que dejó dudas sobre cómo y cuándo había ingresado la tarántula al avión.