Un pastor evangélico asesinó a su hijo de 21 años porque, según él, Dios se lo pidió como sacrificio. El caso se registró en la provincia de Bétoy, en Congo. Tras el homicidio, se desató una barbarie.
De acuerdo con el registro de diversos medios africanos, la víctima dormía en su cama cuando su propio padre se acercó y lo degolló. En redes sociales circularon imágenes que mostraban el cuerpo del joven en medio de cobijas totalmente ensangrentadas.
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El homicida, identificado como el pastor Galako, oficiaba como principal líder de una iglesia que llevaba su propio nombre.
Interrogado por policías tras el atroz crimen, el líder religioso aseguró que escuchó la voz de Dios ordenándole cometer el homicidio, como un supuesto sacrificio, de la misma manera en que Abraham debió intentar quitarle la vida a su hijo Isaac en una prueba de fe.
Las autoridades congoleñas detuvieron e investigan a otras dos personas de la secta, quienes supuestamente habrían alentado y facilitado el crimen.
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El pastor Galako logró huir temporalmente, pero finalmente fue apresado. Entonces, amigos de la víctima, indignados por el atroz homicidio, intentaron tomar justicia por mano propia, lo que obligó a que policías intervinieran para salvarle la vida al pastor evangélico.
En medio de la asonada, dos personas murieron por impactos de bala y otras nueve resultaron con heridas. La Policía aseguró que se abrió una investigación con el fin de esclarecer lo sucedido.
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