Pareja de esposos vendió todo lo que tenía para vivir en cruceros: “Es más barato que en tierra”

John y Melody Hennessee, originarios de Florida, tomaron la decisión radical de vender su casa, negocio y la mayoría de sus posesiones para embarcarse en una vida de viajes. Su búsqueda de experiencias llevó a los Hennessee a explorar destinos que incluyen Australia, Nueva Zelanda y el Pacífico Sur.

Después de encontrar un anuncio en Facebook hace unos años, John se inscribió en un crucero de 274 días con Royal Caribbean, marcando el comienzo de una nueva forma de vida. Con reservas hasta diciembre de 2024, su próxima aventura incluye unirse al crucero residencial Villa Vie.

La pareja, ahora en República Dominicana, comparte que su vida en alta mar es emocionante y, sorprendentemente, más económica. John afirmó para Sky News: "Ya no tenemos una hipoteca ni los gastos de las casas. Ya no tenemos seguro de vehículo, seguro de propiedad ni facturas de servicios. La lista continúa".

La pareja suele atracar en sus destinos y explorar durante tres a cinco días, insistiendo en que viajar por el mundo en el mar es tanto frugal como divertido. Según John, ellos están “seguros de que viajar en crucero es más barato. En este momento, nuestros gastos están probablemente cerca de la mitad de lo que era cuando vivíamos en tierra".

Villa Vie, la próxima aventura de los Hennessee, es uno de los primeros cruceros en ofrecer residencias permanentes, con alrededor del 30 % de los pasajeros planeando ser habitantes a tiempo completo, y el 85 % de ellos estadounidenses.

Las opciones de alojamiento varían desde 99.000 dólares por cabinas internas hasta alrededor de 249.000 dólares por villas con balcón y vistas al océano, más una tarifa mensual de casi 8.000 dólares, recogió el ya mencionado medio.

Mikael Petterson, CEO de Villa Vie, destaca que casi la mitad de las cabinas son individuales, con un tercio de los ocupantes siendo propietarios de negocios y trabajadores remotos.

Los Hennessee planean diseñar su propia cabina y no tienen intenciones de trabajar mientras están en el barco, centrando su atención en disfrutar de la vida marítima durante al menos los próximos 15 años, en naves que cuentan con médico, dentista y todo lo necesario.

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