Elpapa Francisco ordenó que se reabra el caso del jesuita esloveno Marko Rupnik, conocido por ser el autor de mosaicos en las iglesias de todo el mundo y que había sido acusado de cometer abusos de poder y sexuales contra varias religiosas, después de las críticas por la gestión de este asunto por parte del Vaticano.
"En septiembre, la Pontificia Comisión para la Protección de Menores denunció ante el papa graves problemas en la gestión del caso del padre Marko Rupnik y la falta de cercanía a las víctimas. En consecuencia, el Santo Padre pidió al Dicasterio para la Doctrina de la Fe que examinara el caso y decidió que no prescribiera para permitir que se celebrara un juicio", señaló hoy la oficina de prensa del Vaticano.
En el comunicado se añade que "el papa cree firmemente que si hay algo que la Iglesia debe aprender del Sínodo es escuchar con atención y compasión a los que sufren, especialmente a los que se sienten marginados por la Iglesia".
Desde que estalló el caso, las víctimas de Rupnik habían lamentado que nadie en el Vaticano las hubiera escuchado, así como que la Doctrina de la Fe no hubiera sancionado al jesuita por estos abusos, mientras que este jueves una diócesis de Eslovenia confirmó que lo había acogido, después de que fuese expulsado de la Compañía de Jesús, a la que pertenece, por "su obstinada negativa a observar el voto de obediencia".
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Hace varios meses, cuando estalló el caso, los jesuitas admitieron que Rupnik había sido sancionado con algunas restricciones después de una investigación por abusos sexuales y psicológicos a religiosas en los años 90.
Según explicaron los jesuitas, el dicasterio para la Doctrina de la Fe, responsable de los procesos canónicos en materia de abuso sexual, "recibió una denuncia en 2021 contra el padre Marko Ivan Rupnik sobre su forma de ejercer su ministerio".
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Entonces se encargó a la Compañía de Jesús que abriese una investigación preliminar y "después de estudiar el resultado, el dicasterio vaticano encontró que los hechos en cuestión debían considerarse prescritos y por lo tanto cerró el caso a principios de octubre de este año 2022".
Durante la investigación, explicaron los jesuitas, se tomaron varias medidas cautelares contra el padre Rupnik como "la prohibición del ejercicio del sacramento de la confesión, de la dirección espiritual y del acompañamiento de los ejercicios espirituales".
Según la cronología que publicó en su página la Compañía de Jesús respecto a este episodio, la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió en mayo de 2020 un decreto que castigaba al jesuita con la excomunión por el delito de "absolución de un cómplice de un pecado contra el sexto mandamiento", pero poco después, con un acto extraordinario, se levantó la excomunión.
Se desconoce por qué motivo se levantó la excomunión al artista. Según algunos medios, el papa es la única autoridad que puede hacerlo, mientras que otros apuntan a que la sentencia podría haber sido impugnada por el padre Rupnik y cambiada después por otro tipo de sanciones.
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Con la posible apertura de un nuevo proceso, el sacerdote podría ser condenado a la expulsión del sacerdocio.
Los hechos de presuntos abusos sexuales se remontan a principios de la década de 1990 y se trataba de presuntos abusos psicológicos y sexuales a monjas de la comunidad eslovena Loyola de Lubliana, fundada por un religioso del que Rupnik era amigo y padre espiritual.
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Este jesuita es mundialmente conocido por sus mosaicos, como los que adornan la fachada de la basílica de Lourdes, en Francia, una capilla del Palacio Apostólico del Vaticano, en el monasterio de Santo Domingo de la Calzada o en la catedral de La Almudena de Madrid.
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