En la audiencia general de este miércoles en la plaza de San Pedro, el papa Francisco lanzó una directriz clara y contundente dirigida a los sacerdotes: los sermones no deben durar más de ocho minutos. Esta medida busca mantener la atención de los fieles y evitar que se aburran durante las homilías.

"La homilía debe ser breve: una imagen, un pensamiento, un sentimiento. Una homilía no debe durar más de ocho minutos porque después de ese tiempo se pierde la atención y la gente se duerme, y tiene razón", afirmó el Pontífice durante su intervención.

El papa criticó a los sacerdotes que prolongan demasiado sus sermones y aquellos cuyos mensajes no son claros ni comprensibles para los fieles. Enfatizó la importancia de que las homilías sean claras, concisas y capaces de transmitir el mensaje de forma efectiva.

Este llamado ha generado un amplio debate en las redes sociales, donde muchos católicos han expresado su apoyo a la medida, argumentando que los sermones extensos pueden resultar tediosos durante las misas.

El papa Francisco pide "sostener a los más pobres" en un mundo que pone "la riqueza en primer lugar"

El papa Francisco hizo un llamado a "apoyar a los más pobres" en un mundo que coloca "la riqueza en primer plano", durante su mensaje para la VIII Jornada Mundial de los Pobres, que la Iglesia celebrará el próximo 17 de noviembre.

Francisco señaló que los pobres tienen mucho que enseñar en una cultura que prioriza la riqueza y a menudo sacrifica la dignidad humana por bienes materiales. Él destacó que estos individuos van contra la corriente, evidenciando que lo esencial en la vida va más allá de la acumulación de riquezas.

El papa subrayó que esta jornada, establecida por él mismo, es ahora una cita esencial para toda la comunidad eclesiástica y una oportunidad pastoral de gran valor. Además, hizo un llamado a los creyentes a escuchar las oraciones de los pobres y a ser conscientes de sus necesidades.

Asimismo, instó a tomar iniciativas concretas para ayudar a los pobres y a reconocer y apoyar a los voluntarios que dedican su tiempo con pasión a los más necesitados, tanto dentro como fuera de contextos religiosos.

Francisco llamó a cada cristiano y comunidad a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, permitiéndoles integrarse plenamente en la sociedad. Además, criticó la mentalidad actual que valora la acumulación de riqueza y poder a cualquier costo, señalando cómo esto puede llevar a conflictos destructivos y a la pérdida de derechos y dignidad.

El papa emitió este mensaje coincidiendo con la cumbre del G7 en el sur de Italia, donde abordará temas clave como los desafíos de la Inteligencia Artificial y los conflictos bélicos globales.