La misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) descartó la existencia de "graves irregularidades" en las elecciones peruanas disputadas el pasado domingo, en contra de lo denunciado por la candidata Keiko Fujimori que va perdiendo en el recuento de votos.
Así lo informó en un comunicado el responsable de la misión, el excanciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano, quien destacó que en todos los encuentros que mantuvo durante su trabajo "observó un proceso electoral positivo" en el que se registraron "mejoras sustantivas entre la primera y segunda vuelta".
Asimismo, el diplomático constató que "la misión no ha detectado graves irregularidades".
"La misión confía en que las autoridades electorales continuarán llevando a cabo el trabajo serio y profesional que han realizado hasta ahora. Asimismo, hace votos para que se den a todos los actores políticos las garantías necesarias de un proceso democrático, que se desahoguen con apego a derecho los recursos presentados y que, una vez concluida esa etapa, se reconozca y respete la voluntad popular", afirmó el observador.
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Ramírez indicó que su misión fue recibida por el presidente de la República, Francisco Sagasti, para dialogar acerca del trabajo de observación realizado en el Perú, así como por el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas Arenas, y el jefe de la Oficina Nacional de
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Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto, para recoger su balance respecto al proceso electoral y el avance en el procesamiento de actas.
También se reunió con Fujimori, del partido Fuerza Popular, y con el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, quien lidera el recuento de votos.
En su comunicado, Ramírez destacó "la coincidencia de ambas candidaturas de no proclamarse ganadores hasta que se hayan resuelto todas las impugnaciones, de respetar las garantías del proceso y la institucionalidad electoral peruana, y de reconocer el resultado electoral una vez desahogada la fase jurisdiccional de la elección".
FRAUDE EN MESA
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Pese a este informe de la OEA y de otros organismos observadores electorales que descartaron la existencia de fraude en las elecciones, Fujimori anunció el pasado miércoles que impugnaría y buscaría anular cerca de 200.000 votos bajo acusaciones de irregularidades y "fraude en mesa".
Sin presentar pruebas fehacientes, el equipo de Fujimori dio como argumentos supuestas falsificaciones de firmas de miembros de mesa, o falsificaciones de resultados de mesa sólo por el hecho de que estas no consignaban ni un solo voto para la candidata.
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"Hemos visto una intención sistemática de Perú Libre de vulnerar la voluntad popular", afirmó Fujimori.