Cincuenta parejas se casaron en una ceremonia única en un gran edificio en Kabul, una práctica cada vez más extendida para reducir los costos astronómicos de los matrimonios tradicionales en Afganistán.
El marco imponente de los grandes salones para bodas de la capital afgana se conjuga con la austeridad de las ceremonias colectivas en este país de Asia en pleno marasmo económico.
La ceremonia tuvo lugar en presencia de numerosos guardias y milicianos talibanes armados con fusiles automáticos.
Desde que los islamistas talibanes volvieron al poder en agosto de 2021, la música está prohibida en el país.
Frente al City Star, imponente edificio de columnas y cubierto de dorado, cerca del aeropuerto, un centenar de hombres vestidos con su mejor atuendo tradicional, el salwar kameez, esperaban el inicio de la ceremonia sin la presencia de ninguna mujer.
"Un matrimonio tradicional nos habría costado por lo menos entre 200.000 y 250.000 afganis (2.900 a 3.500 dólares). Aquí costará entre 10.000 y 15.000 afganis" (143 a 215 dólares), detalló el joven con el tradicional "sombrero de Kandahar".
Al igual que otras parejas, reciben como regalo de boda un pastel y un kit con pasta de dientes, champú y crema hidratante.
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