El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu , realizó este viernes una consulta telefónica con varios ministros de su gobierno para abordar la respuesta de Israel al fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ordenó detener la operación militar en Rafah.
En la conversación participarán, junto a profesionales, el ministro de Asuntos Exteriores, el ministro de Asuntos Estratégicos, el ministro de Justicia, el ministro de Defensa, y el defensor del pueblo
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En el encuentro telefónico también participarán el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi; y la Fiscal General, Gali Baharav-Miara.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió este viernes a Israel “detener de inmediato su ofensiva militar” en Rafah para evitar “la destrucción física total o parcial” de los palestinos de Gaza como grupo protegido por la Convención sobre el Genocidio, y le ordenó garantizar el acceso de misiones de expertos para investigar denuncias de genocidio.
De momento, no hay ninguna reacción oficial de la oficina del Primer Ministro a la decisión de al CIJ, pero sí del ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, quien señaló que la única respuesta israelí al fallo debe ser "la conquista de Rafah, el aumento de la presión militar y el aplastamiento total de Hamás, hasta lograr la victoria total en la guerra".
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El Estado de Israel emprendió una campaña justa y necesaria tras la brutal masacre de sus ciudadanos, la abominable violencia sexual perpetrada contra sus mujeres, el secuestro de sus niños y el lanzamiento de cohetes contra sus ciudades
Gantz, uno de los líderes de la oposición que se sumó al Ejecutivo de emergencia tras la guerra, subrayó el compromiso de Israel en "continuar operando donde y cuando sea necesario -incluso en Rafah- en conformidad con el derecho internacional y salvaguardando en la mayor medida posible a la población civil".
"No por la CIJ, sino por quiénes somos y los valores que defendemos”, agregó.
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El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, considera que la decisión del tribunal de La Haya es "injusta" porque no tiene en cuenta que los combates en Rafah buscan conseguir el regreso de los secuestrados, que se sospechan quedan allí.
Sin embargo, responsabiliza al Gobierno israelí de que esta situación haya llegado a la justicia internacional.
No hay país en el mundo que reaccione con fuerza a un ataque así. Este veredicto podría y debería haberse evitado
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