La fiesta de fin de año suele ser una tradición que hacen las empresas para agradecer a sus empleados por el servicio prestado y crear un espacio de integración por fuera de las oficinas
Algunas compañías suelen invitar a los trabajadores a un almuerzo o una fiesta de integración en donde se entregan regalos
Pero esta vez, el multimillonario Ken Griffin, dueño de la empresa Citadel y Citadel Securities, alquiló por tres días las instalaciones de Disneyland Florida en Estados Unidos para que sus 10.000 empleados pudieran disfrutar de las atracciones sin limitaciones
La invitación también incluía los tiquetes aéreos, el hospedaje, la alimentación y una presentación privada de Coldplay, una de las bandas más reconocidas del momento
Según publicó el portal The New York Times, la invitación no solo estaba dirigida a los empleados y socios, sino que también a sus familiares
Ken Griffin hizo que todas las personas que trabajan en las sedes de Chicago, Toronto, Zúrich, París y otras partes de Europa fueran a la fiesta que sin duda, fue una de las mejores hasta el momento
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