Un impactante caso ocurrido en la ciudad de Târgu Jiu, Rumania, ha dejado atónitos a miles de personas alrededor del mundo. Adriana Neagoe, conocida como Anda Sasha, fue encontrada sin vida en su hogar, donde sus dos perros pug, enfrentados a la desesperación del hambre, terminaron devorando parte de su cuerpo en un acto de supervivencia.
Un hallazgo perturbador
De acuerdo con el medio The Sun, la alarma se activó cuando los familiares de Adriana perdieron contacto con ella tras días de llamadas y mensajes sin respuesta. Ante la preocupación, decidieron alertar a las autoridades locales.
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Cuando la policía ingresó al domicilio forzando la puerta, se encontraron con una escena desgarradora: el cuerpo de Adriana, en avanzado estado de descomposición, había sido parcialmente devorado. Sus dos perros pug, que seguían vivos, permanecían acostados cerca de ella, mostrando señales de haber sobrevivido sin alimento por varios días.
Los primeros análisis forenses descartaron signos de violencia o ataque previo a la muerte, lo que sugiere que los animales no actuaron de manera agresiva, sino que fueron guiados por el instinto de supervivencia. Las mascotas fueron trasladadas a un refugio para animales tras el incidente.
Adriana era conocida por ser una amante de los animales y trataba a sus perros como miembros de su familia, según publicaciones en sus redes sociales. Sin embargo, este trágico desenlace evidencia hasta qué punto puede llegar el comportamiento animal en situaciones extremas.
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Aunque pueda resultar impactante, especialistas señalan que no es un caso aislado. Existen numerosos reportes y estudios que confirman que, en circunstancias de aislamiento extremo y falta de alimento, tanto perros como gatos pueden recurrir al consumo de carne humana.