El martes 7 de febrero de 2017, una organización armada vinculada con el grupo terrorista Al Qaeda atacó la misión de las Hermanas Franciscanas en el Carangaso, al norte de Mali, en África. En medio de la incursión, la religiosa Gloria Cecilia Narváez de Nariño fue secuestrada.
La religiosa colombiana adelantaba labores de atención en salud y educación a la población vulnerable en esa región africana y llevaba un año en la misión.
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En sus tres años de cautiverio, solo se han conocido dos pruebas de supervivencia. La última, fue difundida por el grupo yihadista en enero de 2018, a través de un vídeo de un minuto, en el que la hermana Gloria envió un saludo al papa Francisco y a su familia, y se le nota en un preocupante estado de salud.
En las últimas horas, la Iglesia Católica en Colombia aseguró que no olvida a la hermana Gloria Cecilia y anunció que, en la culminación de la Asamblea Plenaria de los obispos del país, la Conferencia Episcopal ofrecerá una oración para pedir por la pronta liberación de la religiosa.
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