En el turbulento panorama político de Venezuela , la influencia militar en el Gobierno de Nicolás Maduro se ha vuelto un tema de discusió. A pesar de las múltiples críticas dirigidas hacia el presidente colombiano Gustavo Petro por su aparente ambigüedad respecto a la situación en Venezuela, el debate se intensifica.
Recientemente, se generó controversia cuando el embajador colombiano Luis Ernesto Vargas se abstuvo de votar en una resolución de la OEA que pedía la publicación de los resultados electorales en Venezuela. Esta acción contradecía un mensaje previo de Petro en Twitter, evidenciando una discrepancia entre la posición pública del presidente y las acciones diplomáticas.
La complejidad de la situación se profundiza con las conversaciones telefónicas entre Petro y Maduro , reveladas tras una llamada que recibió Petro desde el Palacio de Miraflores. Estas conversaciones sugieren la existencia de negociaciones en curso, involucrando no solo a Colombia, sino también a Brasil, México y los Estados Unidos, quienes han mantenido una postura más firme en la OEA.
¿Los militares mandan en Venezuela?
A nivel interno, Venezuela sigue siendo un enigma. Nicolás Maduro, aunque visiblemente agobiado, parece reticente a dejar el poder, sostenido por una estructura militar que controla aspectos clave del país. Los militares no solo administran negocios multimillonarios, tanto legales como ilegales, sino que también poseen una influencia decisiva en el estado venezolano.
La reciente aparición del general Padrino López , anticipando los resultados electorales y mostrando un respaldo inequívoco a Maduro junto a otros 25 generales, refuerza la teoría de que Venezuela podría estar más bajo un control militar que bajo la figura visible de su presidente.
Estamos en presencia de un golpe de Estado fraguado nuevamente por estos factores fascistas de la derecha extremista, apoyados por los factores imperiales, el imperialismo norteamericano junto a sus cipayos y lacayos
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Con estos desarrollos, la comunidad internacional y los observadores locales siguen atentos a las dinámicas de poder en Venezuela, mientras que las negociaciones entre Colombia y Venezuela podrían ser clave para entender los futuros cambios políticos en la región