La canciller alemana, Angela Merkel, incluyó hoy en su ronda de despedidas a Templin, la ciudad germanooriental donde creció y donde es ciudadana ilustre, pese a quedar en territorio ajeno a su carrera política.
"Aquí tengo mis raíces, aquí vuelvo siempre encantada de poder hacerlo", afirmó la líder alemana en esta pequeña población, envuelta en el revuelo mediático propio de estos días, a poco más de dos semanas de las elecciones generales que marcarán el adiós a la "era Merkel".
El escenario marcado para su previsiblemente última visita ahí como canciller era el parque ciudadano de esta ciudad de apenas 15.636 habitantes, a hora y media en tren regional de Berlín. Ahí debía plantar un árbol, un tilo, e inaugurar una guardería.
La acompañaba en la ceremonia el alcalde de la ciudad, Detlef Tabbert, de La Izquierda, el partido al que Merkel excluye como aliado por representar el postcomunismo político surgido en el este tras la reunificación, junto a la disidencia socialdemócrata.
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De Tabbert recibió el título de ciudadana ilustre de la ciudad en 2019. Fue iniciativa de su madre, Herlind Kasner, viuda del pastor protestante Horst Kasner, quien en 1954 dejó el acomodado Hamburgo por el este del país para ejercer ahí su vocación pastoral.
Poco antes de morir, en abril de 2019, Herlind Kasner vio cómo el alcalde izquierdista otorgaba ese título para su hija. Lo hizo desde su posición de persona muy querida en Templin, donde hasta los 90 años fue maestra de inglés titular de la Volkshohschule -escuela popular-.
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"No la votamos, pero respetamos su trabajo. Incluso cuando dice esas cosas terribles de nosotros", comentó a Efe Günter Tattenberg, de la oficina de Die Linke -La Izquierda- local.
Los ataques de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller, contra el aspirante socialdemócrata a la Cancillería, el ministro de Finanzas Olaf Scholz, se concentran estos días en una hipotética alianza con los Verdes apoyada en La Izquierda.
El hecho de que Scholz no la haya descartado explícitamente ha ocupado varias intervenciones de la canciller en favor del candidato de su bloque conservador, Armin Laschet, al que los sondeos sitúan en segundo lugar en intención de voto, tras el SPD.
"Creció aquí, pero nunca representó políticamente al este. Su corazón estaba en el oeste, en el Hamburgo donde nació", sostiene Tattenberg.
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"Siempre que estoy aquí me siento bien", aseguró Merkel, a una pregunta de los medios concentrados en el parque y tras echar simbólicamente algunas palas de tierra junto al árbol.
Plantar el tilo era un cita pendiente desde 2020, año en que se celebraba el 750 aniversario de Templin-. Entonces quedó aplazada, como tantos otros actos, por la pandemia.
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Le siguió la colocación del fundamento de una guardería en el corazón del parque ciudadano. "Por aquí pasaba todas las mañanas camino a mi escuela", recordó Merkel.
"Por encima de las restricciones de entonces, guardo recuerdos felices de mi infancia y juventud, están aquí, como mis raíces", añadió, en alusión al régimen de la República Democrática Alemania (RDA).
Templin fue el segundo domicilio en el este de los Kasner, el apellido con el que vino al mundo Merkel. Su padre fue un pastor protestante, izquierdista y convencido de que podía conciliar su labor pastoral en territorio hostil a la iglesia.
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Pidió el traslado al este justamente porque ahí escaseaban esas vocaciones. Se le apodó "Kasner, el rojo", pero no hay indicios de que mantuviera "cercanías" con el régimen.
La familia dejó Hamburgo unas semanas después de nacer Angela Dorothea -en julio de 1954-. Primero se instalaron en la parroquia de Quitzow.
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En 1957 pasaron a Templin, donde Merkel vivió hasta 1973, cuando se trasladó a Leipzig (este) para estudiar Ciencias Químicas. Hasta 1990, un año después de la caída del muro berlinés, no entró en política.
Cuando lo hizo, fue como política de la CDU, pero no en Templin, sino en Stralsund, el distrito báltico donde en 1990 logró el primer escaño de diputada y del que con estos comicios se despide también.
A menos de un kilómetro del lugar donde hoy la canciller plantó su tilo sigue la casa del bosque, la Waldhof, donde vivió esos años. Poco después de llegar ahí la familia se convirtió en hogar para discapacitados psíquicos. Hoy es una bien acondicionada colonia tutelada para esas personas.
También de camino hacia la Waldhof está el cementerio del bosque con las tumbas de Horst -muerto en 2011- y Herlind Kasner -en 2019. Yacen bajo una muy discreta lápida común.
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Tan discreta, como todo lo que envuelve el ámbito privado de Angela Merkel, la política crecida en el este a la que frecuentemente se ha llamado en estos 16 años pasados la mujer más poderosa del mundo.