Muchas personas en todo el mundo se preguntan si el amor dura para siempre y para Cecilia Urueña la respuesta se resume en un contundente “sí”.
Esta caleña, de 57 años de edad, perdió a su amado novio el día de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva Yorkel 11 de septiembre de 2001 , unos días antes de contraer matrimonio con ella y unir sus vidas en un altar.
Su amado era Wilder Alfredo Gómez, un caleño aventurero que amaba a su familia, trabajaba por sacarla adelante y que decidió irse con su madre a buscar el sueño americano.
Aunque Cecilia y Wilder fueron novios a finales de su adolescencia, las distintas vueltas que da la vida hicieron que se separaran y que ambos tomaran distintos caminos, tanto así que tuvieron hijos con parejas distintas por mucho tiempo.
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No obstante, 20 años después, se volvieron a reencontrar y sintieron las mismas mariposas que los hacía sonreír en aquella primera vez que se conocieron.
Él había sido novio mío cuando yo era adolescente, tuvimos una relación muy bonita, pero el tiempo se encargó de separarnos. Nos volvimos a reencontrar porque mi hermano le dijo que yo estaba separada, me llamó y volvimos a salir
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“Un día me pidió que nos casáramos, acepté y comenzamos a tramitar todo. Cuadramos iglesia, comida y demás, antes que él se devolviera a Estados Unidos”, añadió.
Para el año 2001 Cecilia trabajaba en una reconocida casa editorial, una de las más importantes de toda Colombia.
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El 10 de septiembre de 2001 se llamaron, hablaron de planes y de lo muy felices que serían ahora que volvieran a unir sus vidas.
“Él trabajaba en el piso 103 de una de las torres en un restaurante llamado ‘The Windows of the World’, hacía turno nocturno, pero ese día lo llamaron a que fuera por la mañana porque uno de sus compañeros no podía ir ya que tenía una cita médica”, precisó la mujer.
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“La noche anterior nos despedimos, hablamos sobre muchas cosas, pero lo que más recuerdo fue que me dijo que nunca más en la vida iba a estar sola, que debía estar tranquila porque solo la muerte nos podría separar”, añadió.
Cecilia le contó a BLU Radio que en la mañana del 11 de septiembre de 2001, apenas llegó a la oficina del diario donde trabajaba, recibió una llamada de su madre donde le preguntaba sobre Wilder.
“Yo le dije que él trabajaba en las Torres Gemelas y fue ahí donde me dijo que mirara las noticias, porque algo estaba pasando”, puntualizó.
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“Entré a una sala de juntas, prendí el televisor y vi cómo el primer avión impactaba una torre, luego el otro. Juré que era una película lo que estaba viendo, pero cuando caí en cuenta que lo que estaban pasando era un noticiero me puse a llorar”, indicó Cecilia.
El desespero de la caleña se hizo más intenso con el paso de los minutos y solo recibió el consuelo de sus compañeros.
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“Mi jefe entró a esa sala de juntas, me dijo que debía estar tranquila ‘porque en Estados Unidos rescataban a todos’ y luego me pidió que me fuera para mi casa para descansar. Yo estaba en shock”, anotó.
“Llamé a uno de sus hermanos (de Wilder), me dijo que él estaba bien y que se había comunicado. Que la primera torre que se había caído era la torre donde él no estaba, pero que ya lo iban evacuando. Me llené de esperanza”, precisó.
En medio de su carrera a volver a su lugar de residencia, Cecilia lo único que pudo hacer fue aferrarse a la oración para pedir por Wilder a la distancia.
“Entré a un cuarto, me quedé allí y luego mi sobrino me dijo que la segunda torre se había desplomado y con ella mis ilusiones”, insistió.
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Luego de la confusión y las lágrimas, Cecilia indicó que esperaba que su amado pudiera estar vivo, quizá herido, quizá en un hospital o en la calle. Guardaba un poco de fe.
“En septiembre 9 de 2002, el día que iba a cumplir años, la mamá de Wilder recibió una llamada donde le indicaban que el cuerpo había sido identificado, ella me llamó y me contó que su cuerpo estaba entero”, dijo.
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Durante ese proceso, Cecilia trató de buscar la Visa Americana para poder viajar y darle el último adiós a su novio, sin embargo, Estados Unidos se la negó.
“Pasaron 10 años y por fin pude ir a Nueva York. Llegué a la Zona Cero y encontré su nombre grabado en una placa y luego me despedí de él en el cementerio donde sus familiares lo habían sepultado”, dijo Cecilia.
“Luego de 10 años pude cerrar el ciclo, aunque aún siento el duelo porque estaba ilusionada, me lo arrebataron, me quitaron lo que había añorado toda la vida. Él era una persona maravillosa, un buen hombre, un buen hijo, un buen padre, un buen amigo”, puntualizó entre lágrimas.
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Luego del ataque la nostalgia embargó el corazón de la caleña quien aún lo recuerda con el mismo amor.
“Fue muy duro sobreponerme, con él había encontrado la felicidad”, precisó.
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Este 11 de septiembre de 2021 se cumplen 20 años de aquella tragedia y Cecila afirma que no volvió a compartir con ninguna otra pareja en su vida.
“Decidí quedarme sola, encontrar la felicidad en otras cosas y no en el amor de pareja, sino en otro tipo de amor. He sido feliz con mi trabajo, mis hijos y ahora mis nietos, pronto con mi nueva etapa de pensionada donde quiero volver a viajar”, añadió Cecilia.
“Yo a Wilder lo sigo llevando en mi corazón, recuerdo su sonrisa como si fuera ayer, recuerdo esa maravillosa pareja que fue cuando yo tenía 18 años y cuando lo volví a encontrar a los 38”, puntualizó.
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“Sé que donde quiera que esté me ha cumplido esa promesa donde me dijo que nunca iba a estar sola. Siento su compañía, la vida me ha cambiado mucho, he conocido nuevos países y allí lo siento a él”, concluyó.
Finalmente, Cecilia espera poder volver a Nueva York para encontrarse con Wilder y volver a decirle en la tumba todas las palabras de amor que no pudo expresarle después del 11 de septiembre.