Se declaró inocente siempre, diciendo que se siente tranquilo. Keith Raniere, de 60 años, es el fundador de NXIVM (se pronuncia Nexium), una secta que se vendía como una corporación de multinivel de cursos de superación personal y apoyo profesional, pero que con las denuncias se supo de las oscuras prácticas de esa logia que esclavizaba a las mujeres, entre otras vejaciones.
Todo ello bajo el control del líder de NXIVM, Raniere, quien obligaba a sus víctimas a tener relaciones sexuales, las extorsionaban con fotos y videos eróticos, entre otros delitos. También se acusa de la captaci´ón y distribución de material pornográ´fico, de adultos y menores. Incluso marcaban a las 'esclavas' con hierro caliente en la piel, en su zona pélvica, según denuncias de las propias víctimas.
De hecho, a partir de esas denuncias, en 2019 se logró condenar a la corporación NXIVM, creada en 1998, y comenzar el juicio contra Raniere, finalmente condenado por sus delitos a 120 años, por secuestro, violación, esclavitud, pornografía infantil, hacer abortar a varias de sus víctimas y un largo etcétera de vejaciones.
Así operaban
NXIVM ofrecía una supuesta asesoría de liderazgo a mujeres, de coaching, en la que debían someterse no solo a cursos sino a cambiar su estilo de vida, prácticamente abandonar a sus familias, entorno, y entregarse al líder de la secta.
Además de enviar fotos desnudas, con las cuales luego las extorsionaban y presionaban para que no abandonaran la secta, las participantes de los cursos debían prepararse para tener relaciones sexuales con Raniere, esto incluso con connivencia y aceptación de familiares de las mujeres afectadas.
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Según un artículo de El País de España
, Camila es una de las casi 20 víctimas que se atrevieron a denunciar a Raniere de NXIVM por sus violaciones: “la primera vez (que accedió sexualmente a ella) tenía 15 años y él, 45. Aún tengo heridas que él dejó en mi cuerpo que nunca serán borradas, heridas que cargan con un inmenso dolor psicológico y emocional”, para decir que declaró contra él "para evitar que destruya a alguien más otra vez”.