A dos días de la posesión de Javier Milei como nuevo presidente de Argentina, ya confirmó las medidas que hacen parte del plan de urgencia por estabilizar la economía de su país, uno de los centros de su discurso durante la campaña.
El anuncio lo hizo directamente el ministro de Economía, Luis Caputo, quien confirmó que una de las novedades es que el cambio de moneda pasará de 400 pesos por dólar estadounidense a 800 pesos por dólar.
Definitivamente estamos frente a la peor herencia de nuestra historia. Un país donde los argentinos somos cada vez más pobres, con un déficit fiscal que supera los cinco puntos y medio de producto, con un Banco Central con una hoja de balance absolutamente deteriorada, sin dólares en sus activos, y con el equivalente a tres bases monetarias en pasivos remunerados
Así mismo, no se van a renovar los contratos laborales del Estado que no superen la vigencia de un año pues consideran que esto es usado para actos de corrupción y nepotismo al contratar familiares de actuales trabajadores ad portas de finalizar la administración nacional.
Como lo había anticipado el mismo Milei, la pauta nacional se suspenderá por un año. Y entre los argumentos del ministro es que en el presente año, este variable implicó la versión de 34.000 millones de pesos argentinos y no hay recursos para sostener ese monto.
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En esa medida, el ministro Caputo señaló que el Estado no hará más licitaciones de obra pública nueva mientras que los proyectos firmados que no hayan iniciado serán frenados y, todos, pasarán a manos de privados.
También se van a reducir los subsidios en tarifas de energía y transporte, pues, según el ministro, el impacto en los bolsillos no es del todo real.
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“Engañan a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo. Pero como todos los argentinos ya se habrán dado cuenta, estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación. Lo que te regalan en el precio del boleto te lo cobran con los aumentos en el supermercado”, dijo Caputo.
La eliminación de los derechos de exportación, la reducción al mínimo de las transferencias discrecionales a las provincias y pasar de 54 a nueve ministerios, hacen parte de este paquete medidas urgentes.