La mujer es víctima de más ataques que el hombre durante el trayecto migratorio, una realidad que se intensifica al atravesar la selva del Darién, la frontera natural que separa Panamá con Colombia y que autoridades panameñas definieron este jueves como la "más peligrosa de las Américas".
La ministra de la Mujer de Panamá, Juana Herrera, advirtió esa situación durante la inauguración en la capital panameña del V Congreso Regional Mujeres en los Contextos de la Migración: "La migración tiene rostro de mujer: por el respeto y la integridad de sus derechos".
"Una mujer que decide emprender este peligroso viaje, se enfrenta a los peligros que implica el trayecto, pues muchas se movilizan estando embarazadas, viajan con sus hijas e hijos, algunas los han visto morir, han sufrido asaltos, han sido víctimas de violencia física y sexual, entre otros tipos de abusos", afirmó Herrera.
"Todos estos riesgos se intensifican al momento de atravesar la selva más peligrosa de las Américas", aseguró la ministra en relación al Darién, un trayecto que en lo que va de año han atravesado, anotó, alrededor de 48.773 mujeres y más de 18.000 niñas.
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En esta selva, dijo, deben superar ríos, "vegetación pesada, animales salvajes, mantener las pisadas por caminos llenos de lodo, cansancio, calor, la humedad que impera, los grupos armados y los coyotes (...) con el fin de la promesa de un destino mejor".
Las autoridades panameñas informaron esta semana que el número de migrantes que atravesaron la selva del Darién en lo que va de año supera ya los 200.000, una cifra inédita y que multiplica por cuatro los 49.452 que cruzaron esta frontera en el primer semestre de 2022.
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Este congreso de dos días está organizado por los países miembros de la Conferencia Regional sobre Migración (CRM) y la Presidencia Pro-Tempore a cargo de Panamá, y cuenta con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), entre otros.
"Destacamos la importancia y el compromiso que deben tener los países de tránsito en brindar el acceso a los servicios básicos de salud, alimentación y seguridad, así como de garantizar la no discriminación e hipersexualización de las mujeres y de las niñas migrantes", advirtió Herrera.
Panamá recibe a los viajeros irregulares que se dirigen a Norteamérica en estaciones migratorias situadas cerca de su frontera sur con Colombia y en la norteña con Costa Rica, donde les ofrece asistencia sanitaria y alimentación, en un operativo único en el continente que involucra a una docena de organismos internacionales.
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