En la noche del 10 al 11 de septiembre, Derna, en el este de Libia, sufrió devastadoras lluvias torrenciales que provocaron el colapso de dos represas y desencadenaron una inundación catastrófica

La riada, que se describió como un tsunami, arrasó casas, infraestructuras y puentes, causando miles de muertos y desaparecidos

Abdel Moneim Awad al Sheikh, uno de los supervivientes, relató cómo el agua golpeó su casa con la fuerza de un terremoto, obligándolo a abandonarla con su familia

Muchos residentes tuvieron que refugiarse en los pisos superiores de sus edificios mientras las olas de agua seguían llegando

Mohamad Abdelhafidh, otro sobreviviente, comparó la experiencia con un terremoto y narró cómo el agua inundó su apartamento en el tercer piso, forzándolo a buscar refugio en niveles más altos

Según el ministro de Salud del este de Libia, Othman Abdeljalil, las inundaciones causaron la muerte de al menos 3.283 personas, pero se teme que la cifra real sea mucho mayor debido a la cantidad de desaparecidos

La falta de advertencia adecuada y la velocidad de la crecida tomaron desprevenidos a muchos residentes. Las aguas arrastraron coches con personas en su interior y destruyeron propiedades y bienes, arrojándolos al mar Mediterráneo

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