Los servicios de inteligencia de los Países Bajos informaron este jueves que impidieron en abril a un espía ruso acceder a la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, que investiga supuestos crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
"El AIVD (los servicios de inteligencia neerlandeses) impidió a un agente de la inteligencia rusa acceder como practicante a la Corte Penal Internacional (CPI)", declaró la agencia en un comunicado.
Según el AIVD, se trata de un individuo identificado como Serguéi Vladimirovich Cherkasov, de 36 años, que trabaja para la inteligencia militar rusa GRU.
El hombre usaba una identidad brasileña para viajar a Brasil y Países Bajos, precisaron los servicios secretos de Países Bajos. Para acceder al tribunal, se presentó bajo el nombre de Viktor Muller Ferreira, de 33 años.
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"El AIVD lo considera como una amenaza para la seguridad nacional y avisó en un informe oficial al servicio neerlandés de la inmigración y de la naturalización", agregaron.
"Por estos motivos, al agente de inteligencia se le rechazó la entrada a los Países Bajos en abril" y fue "expulsado a Brasil con el primer vuelo", continuó el AIVD, precisando que la CPI fue informada del caso.
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La policía brasileña lo detuvo a continuación. En un comunicado difundido el jueves, informó, sin mencionar el nombre, que había detenido a un hombre en abril cuya entrada a los Países Bajos había sido rechazada por usar un falso documento de identidad.
"Gracias a un sistema sofisticado de falsificación, usurpó la identidad de un brasileño cuyos padres fallecieron", declaró la policía en el comunicado, agregando que estaba detenido a la espera de un juicio.
De acuerdo con las autoridades, el espía ruso llegó a Brasil en 2010 y vivió en Irlanda y Estados Unidos. Regresó a Brasil para preparar su mudanza a los Países Bajos.
Según la policía brasileña, iba a empezar un "periodo de prueba de seis meses en la Corte Penal Internacional como analista junior en la sección de exámenes preliminares".
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La CPI investiga actualmente los presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
Ni Rusia ni Ucrania son miembros del tribunal, pero Kiev aceptó la competencia de la Corte y trabaja con el despacho del fiscal en la investigación de posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en territorio ucraniano.
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