El Principado de Sealand fue fundado por Roy y Joan Bates en 1975, donde redactaron su propia Constitución y hasta crearon su moneda, su bandera, su himno, incluso, su pasaporte y su escudo de armas.
En 1942 se construyó como defensa antiaérea como una pequeña proeza arquitectónica hecha a gran velocidad para responder a las necesidades bélicas.
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Pero fue el 2 de septiembre de 1967 cuando el ex comandante de la Marina, Patrick Roy Bates, abordó el fuerte antiaéreo que estaba ocupado ilegalmente por unos piratas y los expulsó, pues su idea era establecer una emisora radiofónica y realizar transmisiones al mundo, aunque nunca lo logró.
Sin embargo, Bates y su mujer declararon la independencia y se autoproclamaron regentes de la nueva nación, a la que llamaron Principado de Sealand.
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Para poder llegar a esta micronación, de nada sirve ir en auto o en avión. Pues la única manera de poder acceder a ella es ascender con una grúa. Las embarcaciones llegan hasta su base y los que quieren ingresar son colocados en una hamaca, una pequeña silla que es izada desde la sala del comando.
Arriba se presentan constantes vientos tempestuosos y tormentas que realmente dan temor.
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Estas hojas de acero que representan la casa de una micronación, ubicada en las aguas del mar Norte, viene reclamando desde hace más de cincuenta años el reconocimiento internacional de su soberanía.
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