Tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio, Colombia, Brasil y México empezaron una serie de acercamientos tanto con el régimen de Nicolás Maduro como con la oposición en Venezuela para conseguir algún tipo de negociación.
Mediación que, de acuerdo con la primera entrevista que concede María Corina Machado desde que Edmundo González Urrutia salió asilado desde Caracas hacia Madrid, parece haberse diluido: “Hoy no veo esa mediación. Hubo buena disposición porque son países con canales de interlocución con Maduro”, señaló María Corina Machado en entrevista con El País de España.
De hecho, después de las elecciones, tras varios intentos de acercamiento y la publicación de un comunicado conjunto, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se distanció el 13 de agosto de los Gobiernos de Gustavo Petro en Colombia y de Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, y aseguró que de momento suspendería el diálogo sobre la situación en Venezuela, hasta que se conociera la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, que finalmente terminó avalando la cuestionada reelección de Nicolás Maduro.
El 24 de agosto, ya en solitario, los presidentes Petro y Lula Da Silva, publicaron un segundo comunicado conjunto en el que señalaron que seguían aguardando “la difusión, por parte del Consejo Nacional Electoral, de las actas desglosadas por mesa de votación”, algo que a casi dos meses de las elecciones del 28 de julio no ha sucedido.
María Corina Machado señaló en varias ocasiones que veía con “buenos ojos” y como una buena señal que el régimen de Nicolás Maduro mantuviera abierto el canal de comunicación con Colombia, Brasil y México.
Y aunque llegó a anunciarse una llamada entre Petro, Lula Da Silva y Nicolás Maduro para el 4 de septiembre, todo parece indicar que se canceló desde Venezuela tras la publicación el día anterior de un tercer comunicado conjunto de Brasil y Colombia, en el que los dos países expresaron “profunda preocupación” por la orden de captura emitida por el régimen contra el candidato presidencial Edmundo González Urrutia.
“Colombia y Brasil son los países más impactados, no solo por el efecto terrible de la migración, sino por la desestabilización intrínseca del régimen. Afecta desde El Tren de Aragua, el narcotráfico, el contrabando de minerales y de seres humanos, toda la estructura criminal de Venezuela tiene una prisión muy peligrosa. Lo de Maduro ha sido cruel, el informe de la ONU es desgarrador, señala que hay terrorismo de Estado. Es tan brutal que ya no es solamente un tema de un dictador que se queda en el poder porque le da la gana, son crímenes de lesa humanidad”, agrega María Corina Machado en la entrevista.
Tras la fallida reunión con Nicolás Maduro, el asilo de Edmundo González Urrutia en Madrid y el hecho de que tras casi dos meses desde las elecciones el Consejo Nacional Electoral no haya publicado las actas, la mediación de Colombia y de Brasil parece estarse debilitando y, como lo afirmó el presidente Lula Da Silva hace unos días, Nicolás Maduro deberá demostrar que ganó las elecciones para que los dos países reconozcan los resultados.
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