Ya pasaron siete años desde la tragedia de Fukushima generada por la radiación derivada del accidente nuclear que ocurrió en 2011 a causa de un terremoto y aún se sienten los coletazos.
De hecho, algunos de los robots fabricados por Toshiba para trabajar en condiciones de alta radioactividad, atraviesan serios problemas e incluso han dejado de funcionar dentro de la planta, tal como informa RT en un artículo .
Señala el texto que la empresa japonesa Tepco, encargada de eliminar desechos al interior de la planta de Fukushima, ha encontrado niveles de radiación que alcanzan hasta 650 sieverts (Una persona podría morir si se expone a 10 sieverts).
TEPCO ha admitido que la labor de proteger la salud de los 5.850 empleados que trabajan cada día en las instalaciones nucleares para la descontaminación y el desmantelamiento de la planta, es una tarea que puede alargarse entre 30 y 40 años.
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El accidente de Fukushima Daiichi se considera el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las fugas y vertidos resultantes aún impiden que miles de personas que vivían cerca de la central puedan regresar a sus casas, y han dañado gravemente a la agricultura, la pesca y la ganadería local.