
La violencia de género vuelve a golpear a Italia con dos feminicidios que han sacudido al país en los últimos días. En Roma, el cadáver de una joven de 22 años, desaparecida desde el 25 de marzo, fue hallado dentro de una maleta arrojada a un barranco en una zona boscosa de las afueras de la capital. En Mesina, Sicilia, otra estudiante de la misma edad fue asesinada a puñaladas en plena calle por un hombre que la acosaba desde hace meses.
El presunto asesino de la joven en Roma, un hombre de 23 años con quien mantenía una relación, ha sido arrestado y enfrenta cargos por homicidio voluntario y ocultación de cadáver. La investigación reveló que el sospechoso utilizó el teléfono de la víctima después de su desaparición para publicar contenido en sus redes sociales, lo que levantó las sospechas de las autoridades.
Conmoción por macabros hallazgos
Por otro lado, en el sur de Italia, la policía detuvo a un hombre de 27 años acusado del brutal asesinato de una estudiante en Mesina. Según las investigaciones, el agresor, un compañero de universidad de la víctima, la acechó y la atacó con un arma blanca tras seguirla a la salida del centro educativo. Luego huyó a una vivienda familiar, donde fue localizado y detenido.
Ambos crímenes han reavivado el recuerdo del caso de Giulia Cecchettin, la joven de 22 años asesinada en noviembre de 2023 por su expareja. Su feminicidio desató manifestaciones masivas en Italia en demanda de medidas más estrictas contra la violencia de género. La brutalidad de estos nuevos asesinatos ha generado una ola de indignación y renovados llamados a la acción.
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Gino Cecchettin, padre de Giulia y ahora una de las voces más críticas contra la violencia machista en Italia, ha expresado su indignación. "Ante el feminicidio de Sara, la joven asesinada en Mesina, pienso en mi Giulia y en la batalla titánica que libramos contra un mal arraigado en la sociedad", declaró al diario 'Repubblica'. Además, denunció que el acoso sigue sin considerarse un delito grave en muchos casos, pese a ser una clara antesala del feminicidio.
"Se subestima la peligrosidad del acoso. Este último caso nos muestra lo que realmente es: el paso previo al feminicidio . Quien lo sufre debe reconocer las señales", enfatizó Cecchettin, instando a que se analice el asesinato de la joven de Mesina para evitar futuras tragedias.
A pesar de los avances en la concienciación sobre la violencia de género en Italia, el activismo insiste en que el cambio no será inmediato sin reformas más contundentes en la legislación y una mayor protección para las víctimas de acoso
y violencia machista. Mientras tanto, el país llora la pérdida de dos nuevas víctimas de un problema que sigue sin resolverse.